TITULO: ¿EXISTE UN PURGATORIO? PARTE 2 DE 2

 

Subtítulo: Examinamos la falsa doctrina del Purgatorio desde dos aspectos  diferentes, desde la declaración de Jesús en la cruz, y desde varias Citas Bíblicas.

 

Cuando Jesucristo colgaba de la cruz, preparándose a disponer de Su Espíritu para dejar su cuerpo mortal, para así establecer oficialmente Su pacto, El pronunció una declaración que debería  refutar una vez y por todas, la enseñanza católica de que el Purgatorio existe. En nuestro articulo, “ ¿Qué sobre el Purgatorio”? Parte 1, RC11, examinamos la razón por la que los teólogos  Católicos insisten que un lugar como el Purgatorio pueda existir. Examinemos esta razón como el punto inicial de esta discusión.

Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo. La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final…” (Catecismo P.268, para #1030, 1031).

Así que, vemos que el Catolicismo Romano enseña que la muerte de Jesús en la cruz asegura a las personas para su última, salvación eterna,  pero  no purifica perfectamente sus almas  para así inmediatamente entrar al cielo. En otras palabras, las personas todavía tienen cargas por sus pecados que han de ser purificadas a través del fuego del castigo del Purgatorio. ¡Los fieles Católicos Romanos deben continuar trabajando para su salvación!

 

Pero, Jesús nos dijo, en términos no inciertos, que esta enseñanza es tan falsa como un billete de $3 dólares. ¿Dónde y cuando Jesús nos dice que su sangre derramada paga la deuda completa incurrida por nuestro (s)  pecado (s)? El dijo esto en la cruz, justo momentos antes de que el encomendara Su Espíritu! De hecho, estas palabras fueron las últimas palabras grabadas de Jesús antes de que Su cuerpo expirara. Ya que la ley secular hace fuerte énfasis en la Ultima Palabra y el Testamento de una persona, deberíamos hacer fuerte énfasis en las últimas palabras de Jesús. Escúchalo diciéndonos que el sacrificio de Su sangre paga la TOTAL DEUDA de pecado.

 

“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” [Juan 19: 30] Jesús declaró “consumado es”, justo antes El encomendara Su Espíritu a salir de su cuerpo mortal. Esta expresión, cuando la entendemos completamente, debería convencerte de que el Purgatorio no existe, porque este significado completo muestra que el sacrificio de Jesús paga la deuda de pecado completa.

 

Cuando Jesús usa la palabra, “consumado es”, El utiliza la palabra Griega para terminar que es un término comercial que significa que “la deuda esta totalmente paga”!!! Es una palabra de la concordancia de Strong # 5055. el teleo, tel-eh'-o; de 5056; significando "terminar", es decir. "completar, ejecutar, concluir, saldar una deuda: -- lograr, finalizar, expirar, llenar, acabar, pasar, pagar, realizar." (La Concordancia de Strong, relatada en el Diccionario de Biblia Holman)

 

Cuando una persona en el antiguo imperio romano pagaba el total de la deuda, esta palabra (telelestai) era impresa en su documento, diciéndole a todos que su deuda había sido totalmente pagada. Así que, cuando Jesús dijo “consumado es”, El usó la palabra comercial que todos han dicho, por todos los tiempos, que El había pagado totalmente la deuda del pecado. Esta palabra, “Tetelestai”, esta estampada indeleblemente en la cuenta de todos aquellos quienes aceptan el sacrificio de Jesucristo, y se vuelven una nueva criatura. Ya que no hay tal cosa como un “residuo de pecado” que necesita ser purificado, no existe absolutamente razón alguna para que el Purgatorio exista! El sacrificio de Jesús pagó la deuda del pecado TOTAL!

 

Vemos esta Verdad en otros pasajes de las Escrituras.

 

  1. “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”.  (Hebreos 10:14) Fíjese en la palabra “perfectos” en esta Escritura. El sacrificio de Jesús fue una ofrenda a Dios que “perfecciona” a quienes aceptan Su sacrificio. Este solo verso debería convencerte de la enseñanza de los Católicos Romanos, de que el pecado no puede ser enmendado si no es por el “fuego purificador” del Purgatorio, esto es totalmente falso y sin fundamento. Una vez te des cuenta de la mentira de la purificación del pecado que no puede ser borrado totalmente por el sacrificio de Jesús, también te darás cuenta de la mentira sobre la penitencia y  las Indulgencias!

 

  1. “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” Miqueas 7: 18-19

 

Note que Dios promete echar todos nuestros pecados en las profundidades del mar, en donde no volverán a ser vistos jamás. ¡Él no los echa en las  bajas aguas cerca de la orilla del mar donde puedan ser alcanzados otra vez, sino en las profundidades del mar, donde nunca serán vistos otra vez!

 

“Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.” [Salmos 103:12-13] esta es otra preciosa promesa  de que Dios borrara todos nuestros pecados, para siempre. Fíjate también que, una vez alguien acepta las condiciones de Dios para la redención de pecados,  Dios es tan cariñoso con esa persona, como un padre terrenal lo es hacia su hijo. En el Catolicismo Romano, Dios es representado como furioso, el Supremo vengador, al cual todos los seres humanos deben temer, por lo cual estamos supuestos a necesitar la intersección de la Virgen María!  Jesucristo también es presentado como ese vengador, Supremo.

 

  1. “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” [Isaías 1:18] Cuantas maravillas más  podemos obtener de una promesa? Cuando conocemos las condiciones de Dios para el perdón de los pecados (el cual es ahora a través de Jesucristo], nuestra mancha de pecado será emblanquecida, tan limpia como  blanca lana. Ves algún “residuo” de pecado que necesite ser purificado en el fuego del Purgatorio? Yo no, y Dios tampoco.

 

  1.  “He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.” [Isaías 38:17] Cuantas maravillas más  podemos obtener de una promesa? Cuan preciosa es esta promesa realmente, para mi corazón! Cuando nuestros pecados son perdonados a través de la sangre de Jesucristo, entonces Dios echa sobre Su espalda todos mis pecados. ¡Que preciosa verdad que, una vez Dios perdona el pecado a través de Jesucristo, escoge olvidarlos como si nunca hubiéramos pecado! Este deliberado perdón de Dios es llamado, “Justificación”, porque “nos justifica ante Dios”, poniéndonos en firme derecho ante Dios.  También significa que, una vez Dios nos Justifica, es como si “tan solo nunca hubiésemos pecado.

 

¿Vez algún castigo por los pecado aquí que no pueda ser borrado por otro medio que no sea por el fuego del Purgatorio? Yo no, y tu tampoco deberías, ya que no existe tal lugar como el Purgatorio y ninguna cosa como castigo por pecado que no pueda ser compensado con el sacrificio de Jesús en la cruz. No hay “residuos” de pecado dejados por el acto del perdón que requiera penitencia en esta vida y el Purgatorio en la vida venidera .

 

En el siguiente artículo, examinaremos  la base Católica Romana para la enseñanza de esta falsa doctrina y entonces, la estudiaremos para ver donde esta doctrina se originó, si no podemos encontrarla en las Escrituras. Amigos, te exhortamos a que cuidadosamente consideres toda nuestra evidencia de que el Catolicismo Romano es una falsificación  del cristianismo la cual no amerita que entregues tu preciosa alma eternal por ello.

 

Dios te bendiga ricamente.

 

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Dios le bendiga.
 

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