DOCTRINAS BIBLICAS

 

“…redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” 2 Timoteo 4:2b.

 

El subtítulo es un extracto del Segundo versículo del cuarto capítulo de Segunda a Timoteo y está precedida por las palabras “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo…” Juntas forman lo que yo a menudo llamo como “la descripción del trabajo del predicador.”

 

Aquellos quienes han sido llamados a proclamar la Palabra de Dios siempre deben estar listos para predicarla en cuestión de minutos— ¡ya fuese conveniente o no! Y mientras lo esté haciendo, es vitalmente importante que “redarguyan.” El significado en Español de esta palabra es “reprender o encontrar falta en,” pero eso no es lo que significa la palabra griega elencho en este caso en particular. “Exponer” es un significado alterno y claramente necesario porque la palabra griega epitimao (“reprender”) es la siguiente en turno en el versículo y de otra forma sería redundante. Entonces lo que se está diciendo es que los predicadores deben exponer el pecado, reprender el pecado, y exhortar a los creyentes a que eviten el pecado. 

 

Cuando la Palabra de Dios se proclama se encuentra resistencia y por causa de eso los predicadores tendrán que ser “pacientes”—esto es, aguantar pacientemente las actitudes y acciones adversas de aquellos a quienes ellos ministran, porque una reacción adversa fuerte y carnal definitivamente será de los gajes del oficio.

 

Y aunque es al final de estas instrucciones dadas por el Apóstol Pablo a su joven protegido, Timoteo, la necesidad de exhortar a otros con doctrina no debe ser pasada por alto. He aquí como la Biblia Amplificada traduce el versículo:

 

“Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2 Timoteo 4:2

 

¿Qué significa “doctrina”? La palabra griega didache’, traducida como “doctrina,” significa “instrucción” y se refiere a aquello que es enseñado dentro de la Biblia. La necesidad de tal instrucción es la razón por la que Pablo exhortó a Timoteo a hacer lo siguiente:

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” 2 Timoteo 2:15

Para analizar correctamente y dividir con precisión la Palabra de Verdad se requiere que nos comprometamos a un estudio diligente. ¡Y una vida entera no es lo suficientemente larga para aprenderla porque hay más contenido dentro de las páginas de la Biblia que lo que cualquier mero mortal posiblemente pueda asimilar! Es por mucho el libro más grandioso que jamás haya sido escrito y por lo tanto ha de esperarse un grado relativamente alto de dificultad. El mensaje es sobrenatural y continúa exigiéndole demasiado a las mentes más grandes que este mundo puede producir, ¿pero tenemos que “tirar la toalla” porque sea difícil de entender? No, porque Dios espera de Sus hijos que ellos se beneficien del ministerio de enseñanza de Su Espíritu Santo. Cuando nosotros nos acerquemos con reverencia al estudio de Su Palabra y con un corazón ansioso por aprender, El se encargará de que recibamos instrucción y confirmación de sus verdades.

El método principal que Dios ha escogido usar es “a través de la locura de la predicación” (1 Cor. 1:21). Aquellos que están muertos espiritualmente ven el mensaje del evangelio como locura (1 Cor.1:18), por lo que Dios usa predicadores para proclamar ese mensaje de “locura” para salvar a aquellos que creen. Entonces un ministerio apropiadamente balanceado también enseñará a los convertidos para que ellos crezcan en la gracia y conocimiento de Jesucristo (2 Pedro 3:18). Y para que eso sea exitoso ellos deben ser exhortados constantemente a estudiar la Biblia por sí mismos porque la naturaleza humana no quiere hacer el esfuerzo. ¡Las personas quieren que las cosas se les den “en cucharita” y preferirían ser amarrados sobre un hormiguero que ser obligadas a pensar! Entonces el resultado inevitable es que tarde o temprano muchos predicadores ceden ante la presión y siguen el sendero de menos resistencia. Ellos quieren ser vistos como personas que tienen ministerio exitoso y por lo tanto deben evitar tener personas insatisfechas que quieran irse a un mejor sitio. Por lo que recurren a métodos calculados para mantenerlos contentos y volviendo para más. Pero esta es una receta que conduce al desastre espiritual porque ¡el resultado final será un rebaño compuesto de unas pocas (si algunas) ovejas ignorantes y un montón de cabras contentas! El pueblo de Dios sabe instintivamente una enseñanza bíblica sana cuando la oyen y la mayoría de ellos no se quedarán demasiado tiempo si ven que está faltando constantemente, entonces cuál de estos prefiere usted tener sentado en los bancos— ¿unos pocos creyentes genuinos o miles de cabras/cizañas disfrazadas de ovejas/trigo? Mi deseo es ministrar a los relativamente pocos quienes están verdaderamente hambrientos de la Palabra de Dios.  

 

Por lo que estoy grandemente entristecido por el hecho de que enseñar y predicar una sana doctrina está siendo sustituido por planes y programas sobre “siéntete bien sobre ti mismo.” La excusa que se escucha a menudo es que “la doctrina divide y queremos escuchar enseñanzas que nos una,” pero a esto debo responder que ¡el pueblo de Dios nunca debe sacrificar la doctrina por amor a la unidad! Si bien es cierto que la armonía entre los hermanos es algo que debemos procurar, tiene que trazarse algún punto límite de sentido común. Porque si al proclamar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27) se ofende a las personas y ellas no pueden ser persuadidas, entonces déjalas que tomen su propio camino.

 

“Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.”

 

Jesucristo escandalizó intencionalmente a aquellos incrédulos quienes, en una atmósfera parecida a la de un círculo, lo estaban siguiendo en su andar por el campo esperando ver los Milagros que El estaba haciendo. Ellos eran judíos observantes sumergidos en el error religioso de sus ancestros y Su doctrina concerniente a comer Su carne y beber Su sangre (el simbolismo detrás de la Pascua del Antiguo Testamento y la “Santa Cena” del Nuevo Testamento, o el servicio de comunión) ¡era más de lo que sus mentes oscurecidas y depravadas podían manejar! Por lo que ellos se fueron a su casa y dejaron de seguirlo. Después El tenía que decirle esto a Sus Apóstoles concerniente a esa deserción masiva:

“Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?” Juan 6:67

Lo que tenemos que reconocer sobre esto es que El no hizo ningún intento de cambiar la forma de pensar de esos que se fueron. ¿Por qué? Porque la verdadera unidad no se puede lograr a menos que todos los involucrados tengan una misma mente, por decir. Esa multitud estaba compuesta mayormente de incrédulos y El sabia que ellos nunca creerían que El era su Mesías por lo que El no perdió tiempo tratando. Y los intentos de hoy de promover la unidad dentro del cuerpo mayormente apóstata del cristianismo ¡deberían ser evitados por los creyentes genuinos por la misma razón!

 

“¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios,

Y ellos serán mi pueblo.  Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios 6:15-18

 

La iglesia promedio de hoy no reconocería las doctrinas de la Biblia si las oyeran—y es muy improbable que ellos las escuchen porque el liderazgo está muy ocupado entreteniendo a las personas para molestarse con cosas tan triviales. Los bancos están llenos con personas que no tienen más que un conocimiento intelectual de Jesucristo. A ellos se le ha enseñado algunas realidades básicas concernientes a El, pero en realidad solo están siguiendo la atmósfera de circo que penetra a la mayoría de los ministerios. Un estudio preparado con oración, reverente, de versículo por versículo, capitulo por capitulo de la Biblia entera ¡es tan extraño para ellos como una media-pantalón para un puerco espín! Y para empeorar las cosas, aun en iglesias conservadoras donde los predicadores están tratando de mantener su posición en lo concerniente a los asuntos de fe y práctica, ¡las personas a menudo están muriendo de hambruna por una dieta consistente de sermones de salvación!

 

¡Yo se dé lo que estoy hablando porque yo he estado ahí y lo he hecho! Un pastor debe reconocer que tiene que haber un balance entre evangelizar a los perdidos y hacer discípulos de aquellos quienes responden al mensaje del Evangelio. Porque si todo lo que una congregación oye son sermones sobre como salvarse, ¿cómo están supuestos a aprender doctrinas bíblicas difíciles? El esperar un estudio independiente por parte de ellos sin una dirección dada desde el púlpito es irreal y por eso es que Dios llama a los pastores a “alimentarlos” de Su Palabra. Una dieta con solo postre y sin vegetales es todo menos saludable.

 

Si los predicadores han sido fieles proclamando el Evangelio, la mayoría de su rebaño debería estar compuesto de creyentes nacidos de nuevo quienes necesitan ser destetados de la “leche” (1 Cor.3:2). Para un crecimiento espiritual apropiado es necesario asegurar que ellos lleguen mas allá de la etapa de ser “bebés en Cristo” (1 Cor.3:1). Las doctrinas de la Biblia son como unos jugosos filetes—tienen que ser bien masticados por “dientes espirituales” para ser disfrutados y digeridos apropiadamente. Entonces si usted no está recibiendo eso en su iglesia, usted tiene tres opciones: (1) permanecer como un bebé de biberón, conformándose con el al aura emocional que rodea a la típica predicación evangélica, (2) insistirle en que el pastor fortifique la dieta que se les está dando con una sólida enseñanza doctrinal, o (3) ¡buscar el filete en alguna otra parte!

 

El Cristianismo (compuesto de todos los profesos creyentes en Cristo, con una minoría definitiva de creyentes genuinos) esta en las orillas de la apostasía. Y el alejamiento gradual de la verdad de la Palabra de Dios ¡continúa escondiéndose detrás de una cortina de humo de esfuerzo evangélico alrededor del mundo! Todavía quedan misioneros piadosos que son fieles a su llamado, ¡pero hay vendedores religiosos que están sustituyendo el mensaje sencillo del Evangelio de Cristo con todo tipo de mensaje seudo-psicológico-espiritual imaginable mientras compiten uno con el otro por adeptos! La exhortación del Señor de hacer discípulos (Mateo 18:19-20) y enseñarles Sus mandamientos ahora es ampliamente ignorada mientras los hombres se rodean de discípulos con “comezón de oír” (2 Timoteo 4:3) quienes los siguen por causa de su carisma personal y su enseñanza que apela a sus apetitos carnales.

 

Por siglos los eruditos y maestros de la Biblia han estado buscando la gran “apostasía” profetizada por el Apóstol Pablo que precederá el Periodo de Tribulación (El inicio del “Día del Señor”):

 

Y en la mente de la mayoría de los creyentes la expectativa está firmemente de acuerdo en que la apostasía será cuando la cizaña (falsos cristianos) se rebelen y rechacen a Jesucristo abiertamente y en masa—probablemente sacado del concepto básico de “rebelión” inherente en la palabra griega apostasia traducida como “caída.” Pero ya que la apostasía ha plagado a la iglesia desde su fundación, la apostasía será el evento concluyente de un proceso largo y gradual. Ocurrirá cuando las masas de impíos del cristianismo acepten al “cristo” Satánico de la Nueva Era (el Anticristo) ¡y los falsos pasarán como los más sabios!  ¡Ese principio está fuertemente implicado en el hecho de que Dios se va a asegurar que ellos sean eternamente engañados!

“Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia2 Tesalonicenses 2:11-12

 

Es de conocimiento común que los cristianos creen que Jesucristo va a regresar para gobernar y reinar sobre este mundo. Y el diablo va a tomar completa ventaja de ello cuando el tenga a su hombre ¡proclamando ser Aquel a quienes ellos estaban esperando! Aquellos quienes están sólidamente fundamentados en la doctrina bíblica saben que hay ciertas cosas que son un prerrequisito al regreso de Cristo y entre ellas están: (1) la apostasía y (2) ¡la revelación del Anticristo! Por lo tanto, nada que el diablo pueda decir o hacer los engañará completamente para que crean la mentira. Pero usted añade unos cuantos que otros milagros espeluznantes junto a la estupenda oratoria de la boca de Satanás encarnado y los falsos lo recibirán con brazos abiertos ¡aún si ellos hubieran escuchado alguna enseñanza en algún momento que dijese lo contrario! Ellos habrán sido completamente preparados para este evento por una combinación de falsa enseñanza y una ausencia casi total de conocimiento sobre las doctrinas de la Biblia.

 

Yo estoy absolutamente convencido de que estamos experimentando la combinación del engaño de Satanás y la “influencia” de Dios obrando dentro del cristianismo. El poco de trigo que actualmente está creciendo entre la cizaña está impedido de crecer por varios factores—y no es el menor de ellos la falta de conocimiento sobre lo que la Biblia realmente enseña—y la iglesia se ha vuelto impotente como una fuerza evangélica en el mundo. La necesidad de separación de los incrédulos no es generalmente entendida, mucho menos practicada, y el sonar de los tambores de “unidad” es una influencia con un crecimiento estable. Por lo que sea advertido de que la unidad en los asuntos de religión está en el mismo corazón del Movimiento Ecuménico de Roma y al final resultará en la iglesia única mundial del Anticristo.

Por lo tanto, si usted verdaderamente conoce a Jesucristo como su Señor y Salvador personal, les animo fuertemente a que estudien las grandes doctrinas de la Biblia por sí mismos en vez de depender de un predicador a que le “alimente de a cucharadas.” Muchos Buenos hombres están fallando en educar apropiadamente a sus rebaños en este sentido y grupos de charlatanes están manteniendo a sus seguidores en la oscuridad porque personas ignorantes son mucho más fáciles de manipular para beneficio personal.

¿Cómo uno se dedica a hacer un estudio como este? La mejor y más simple forma que yo conozco es el comprar una copia de La Guía De La Biblia de Willmington (“Willmington’s Guide To The Bible”) (ISBN 0-8423-8804-4).

El libro está muy bien escrito y fácil de leer. No emplea el grado de términos técnicos que uno usualmente encuentra en libros sobre teología y presenta la información en una forma sistemática. La primera mitad del contenido es el “Método Cronológico” de instrucción y lleva al lector a través de 12 etapas de historia bíblica. A continuación, está el “Método Teológico,” el cual es un estudio analítico de los siguientes temas doctrinales:

  1. La Doctrina de la Trinidad                        7.  La Doctrina del Pecado
  2. La Doctrina del Hijo                                   8.  La Doctrina de la Salvación
  3. La Doctrina del Padre                                9.  La Doctrina de Satanás
  4. La Doctrina del Espíritu Santo                10.  La Doctrina de los Ángeles
  5. La Doctrina del Hombre                           11.  La Doctrina de la Biblia
  6. La Doctrina de La Iglesia                         12.  La Doctrina de la Profecía

Por supuesto este no es un estudio exhaustivo de teología sistemática, ni tiene la intención de serlo, pero en mi opinión la información valdrá la pena según el precio pagado y el esfuerzo dado para estudiarlo. ¡Así que, por favor, considere hacerse este favor a usted mismo porque uno nunca podrá saber demasiado sobre la Palabra de Dios!

Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.

Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.

Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo,  vaya ahora a nuestra Página de Salvación .

Esperamos que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del Anticristo-en sus  noticias diarias.  

Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a 

Dios le bendiga.


 
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