HIPOCRITAS EN LA IGLESIA
“...No Seas Como Los Hipócritas...” (Extraído de Mateo 6:5)
La hipocresía entre aquellos de nosotros que profesamos a Jesucristo como
nuestro Señor y Salvador sigue siendo un obstáculo para los incrédulos. Y ese problema
probablemente nunca ha sido mas claro que cuando Ghandi de la India dijo esto
sobre el Cristianismo: “Me gusta su Cristo. No me gusta
sus cristianos. Sus cristianos son tan diferentes de su Cristo”
¡AUCH-
eso duele!! Pero una buena dosis de verdad a veces es dolorosa. Y para impedir
ser culpables de la ofensa a nosotros mismos, debemos mantener dichos
comentarios en mente en nuestra vida cotidiana. Porque una vez que hacemos una declaración
publica de fe, el enemigo tiene su mirada fija en nosotros y nos convertimos en
blancos ambulantes para tal critica. Entonces nos guste o no, nuestro comportamiento
es la forma en que somos medidos ante los ojos del mundo... Y para poner peor
las cosas la vara por la que somos medidos es la absoluta perfección del Hijo
de Dios sin pecado, Jesucristo!
¿Pero puede cualquier humano ser perfecto? Claro que no, porque todos estamos
infinitamente lejos del ideal celestial. Pero aquellos que han recibido a Jesús
serán
juzgados finalmente por un estándar diferente. Y esto es algo que el
mundo que nos rodea simplemente no entiende.
La Salvación en Cristo es similar a ciertas provisiones del “programa de protección
al testigo” de nuestro sistema legal, en el que la culpa es pasada por alto y
el individuo escapa de la persecución! Se recibe una nueva
identidad y se efectúa un cambio de localidad para protegerlo de sus enemigos.
Son culpables de acuerdo a la ley, pero se volvieron débiles a través de una negociación-
se le concede una “tarjeta gratuita para salir de la cárcel” acordado por el
Fiscal del Distrito y sus abogados.
¡Sin embargo, el Cristianismo verdadero difiere de esto en que la culpabilidad
es totalmente removida y no solo pasada por alto! El individuo es una nueva
criatura—tiene una nueva identidad en Cristo y una morada en los cielos:
“De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.”
Y cuando finalmente estemos de pie ante el
trono de Cristo, siendo juzgados, lo que
hemos hecho por Él (o hemos dejado de hacer) será visto y no los pecados que
cometimos mientras vivíamos en la tierra. Nuestra recompensa será proporcional
con aquellas obras que el Señor considere que sean “ oro,
plata, o piedras preciosas”, en contraposición con las de“madera, heno o la hojarasca”
“Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre
este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la
probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá
recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él
mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
La hipocresía es un pecado que cualquier creyente puede cometer y es siempre
magnificado en los ojos de los no creyentes por la duda que esto echa sobre la profesión
de fe de alguien. Pero aun cuando tales incidentes indudablemente caigan en la
clasificación de madera, heno u hojarasca y sean quemadas por el fuego del
juicio de Dios-no produciendo recompensa alguna- la posición del individuo en
Cristo y su hogar en el cielo no será puesta en peligro. Debido a nuestra
“inmunidad diplomática” como embajadores de Dios (2 Corintios 5:20), los
verdaderos creyentes nunca sufrirán
el juicio divino.
De acuerdo a la Biblia, todo hombre, mujer, niño y niña tendrá que dar cuenta
al Dios Santo por sus vidas. Pero lo que el mundo que nos rodea no entiende es
que la unidad de medida-la vara- que Dios usará para juzgar a los creyentes es
completamente diferente que la que usará para los no creyentes. Los que mueren
sin recibir a Jesús serán juzgados en una escala relativa de pecado que
hayan cometido mientras vivían en la tierra y su eterno castigo en el infierno será
repartido en proporción a aquel pecado. De todos modos los creyentes serán
juzgados en base a lo que hayan hecho ( o hayan dejado
de hacer) por el Señor y entonces serán recompensados de acuerdo a eso, pero
sus pecados nunca serán tomados en consideración! Ambos nacieron
“muertos en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) poseyendo la misma naturaleza pecaminosa,
pero la diferencia en como están siendo vistos por Dios es que el pecado del
creyente fue pagado por Cristo cuando El murió en la cruz. Por lo tanto, ellos
pasaran la eternidad en el cielo debido a Su sacrificio en favor suyo.
¡Y ese maravilloso e inspirador hecho puede llevar a una actitud problemática
si no somos extremadamente cuidadosos! El hecho de saber que no seremos
juzgados por nuestros pecados es un área de gran vulnerabilidad porque le da al
diablo una “invitación” para atacarnos. Al provocar pensamientos como “¿Por qué
me debe importar lo que los demás piensen de mi, cuando mi nombre esta inscrito
en los cielos? (Apc. 21:27), es una forma de tentarnos a bajar la guardia y
tornarnos en un comportamiento hipócrita. Entonces el enojo y el resentimiento
de los no creyentes es una respuesta natural a esos que dicen ser nacidos de
nuevo mientras sus vidas dicen lo contrario.
Entonces para evitar ser percibidos como hipócritas debemos prestar atención a
la advertencia del Señor:
“Así alumbre vuestra
luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen
a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:16
Tarde o temprano todo el que trate de dar testimonio a los incrédulos oirá la
excusa de que los“hipocritas en las iglesias” son la razón por la que ellos no
se interesaron. Y una buena respuesta a esa excusa podría ser: ¡“Se necesita
una persona mas pequeña que un hipócrita para esconderse! Dios llamará a
cuentas a los hipócritas, entonces la pregunta seria: ¿Cual es la condición de
tu alma? Por favor no cometas el trágico error-como lo hizo Gandhi aparentemente-
de rehusar creer en Jesús por percibir hipocresía en alguno que profesaba
conocerlo como su Salvador. ¡Hacer eso es similar a rehusar recibir un fabuloso
tesoro por el hecho de que alguien más no piensa que tiene valor! Millones alrededor
del mundo continúan alabando Su valor, entonces ¿estas dispuesto a desatender
el fuerte testimonio de muchos y permitir que algunos débiles te alejen de las
grandes bendiciones que un humano puede recibir en esta vida? Sinceramente espero
que no.
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha
sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle
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caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
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Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las
personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del
Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.
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