TITULO: CREED Y SED SALVOS
Subtitulo: “Mirad a
mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay
más.” Isaías 45:22 (VRV)
Las luces parpadearon cuando digitaba el
texto más arriba, así que para evitar perderlo de mi computador por falta de
energía eléctrica (algo que pasa muy demasiado a menudo donde vivo)
inmediatamente presioné el botón de “salvar”. Eso colocó la información en la
memoria no volátil del disco duro donde esta relativamente segura de tales
interrupciones eléctricas. Todo tipo de cosas indeseables puede ocurrir a los
discos duros causando su inoperatividad, por eso es que utilice la frase
“relativamente segura”. Pero incluso si el disco duro falla o es borrado
intencional o inadvertidamente, los expertos en computación usualmente pueden
recuperar dicha información borrada. La razón es que los bits de información
están escritos en el disco duro magnéticamente y solo escribiendo encima de
ellos muchas veces es posible que cualquier información sea erradicada.
¿No sería maravilloso que tuviéramos un botón
de “salvar” en lo que concierne a nuestras almas? Uno de los comerciales
pasados por televisión en el presente ofrece un botón para “facilitar” los
problemas de negocios los cuales, ellos pregonan, pueden ser resueltos en un
instante, pero sabemos que tales problemas no existen en el mundo real ---
aunque muchos predicadores de hoy día tratan de convencer a las personas de que
¡en realidad tienen dos botones disponibles! “Solo acepte a Jesús y Él le
salvará” es el mensaje demasiado simple que utilizan para deducir a las
personas a que les sigan y les enriquezcan.
“Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán (resistirán) la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír (algo placentero y gratificante), se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas.” 2 Timoteo 2:3-4 (VRV) (Énfasis añadido)
En ese momento el Apóstol Pablo habló de lo
que hoy está sobre nosotros. El Mensaje del Evangelio – el mensaje de salvación
– es definitivamente un mensaje sencillo. Pero la intención de esa simplicidad
es mostrar que la respuesta genuina a este llamado es de procedencia
sobrenatural, producida por Dios, y no por un mensaje elocuente y con poder de
persuasión de quienes lo transmiten. ¿Acaso usted no “se sentaría a pensar” si
alguien que usted conozca y que sea sumamente racional tomara sus ahorros de
vida e invirtiera cada centavo en un producto basado únicamente en un sencillo
comercial que hayan visto o escuchado? La reacción inicial de cualquiera que se
encuentre tal situación es pensar que su amigo/a se ha vuelto loco/a. Pero si
esa acción, aparentemente impulsiva, tuviera resultados de éxito y de
independencia financiera, ¡esa opinión probablemente cambiaría rápidamente!
Un asunto similar toma lugar cuando una
persona hace profesión de fe en Cristo. Familiares, amigos y relacionados no
cristianos inicialmente considerarán este paso de “meterse en una religión”
como algo con un punto de vista oscuro. Entonces inicia la inspección silente a
medida que observan si las acciones de la persona que creyó en Cristo son
genuinas y no producto de una respuesta inconciente y emocional. Y es triste
decir, que en la mayoría de los casos no tendrán que esperar mucho tiempo para
que la vida de la persona “vuelva a la normalidad”. Por supuesto que
continuaran yendo a la iglesia y pondrán una buena actuación, pero aquellos
quienes les conocen mejor reconocerán que verdaderamente nada ha cambiado en
ello. Pero, ¡alabado sea el Señor que esto no es una excepción notable!
De vez en cuanto las personas responderán al llamado del evangelio y se “harán
ricos”, por decirlo así. Sus vidas serán tan dramáticamente cambiadas que nadie
cercano a ellos podrá negarlo. Y el impacto del cambio radical será realzado en
las mentes de aquellos que al ser testigos de este cambio consideren la
simplicidad del mensaje que produjo este cambio.
El Evangelio o “Buenas Nuevas” tal como fue
enseñado por el Apóstol Pablo ha sido subrayado en rojo en el párrafo más
abajo:
“Además os declaro, hermanos, el
evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también
perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he
enseñado lo que asimismo recibí: Que
Cristo (El Mesías, el Ungido de Dios) murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; y que
(también) apareció a Cefas (Pedro), y después a los doce.” 1 Corintios 15: 1-5 (VRV) (Énfasis Añadido)
Y
todos aquellos que escuchen este mensaje sobrenatural están supuestos a
ser exhortados por el mensajero (el predicador, el evangelista, un tratado,
etc.) a arrepentirse de sus pecados y se les invita a “creer” – y recibir a
Jesucristo como su Señor y Salvador. Y no existe un sermón evangelistico
registrado en el Nuevo Testamento desde el día de Pentecostés en adelante el
cual no pudiera ser transmitido ¡en 15 minutos o menos! Por ejemplo, el
primerísimo sermón predicado por el Apóstol Pedro en el día de Pentecostés va
de la siguiente manera:
“Entonces Pedro, poniéndose en pie
con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que
habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque
éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera
del día. Más esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los
postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis
siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré
prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en
sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo. Varones israelitas, oíd estas
palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las
maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él,
como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado
consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores
de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque
David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi
diestra, no seré conmovido.
Por lo cual mi corazón se alegró,
y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; Porque no dejarás
mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me hiciste
conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia. Varones
hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue
sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero
siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su
descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en
su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su
alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este
Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de
Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado
esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos;
pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que
ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda
la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha
hecho Señor y Cristo.” Hechos 2:14-36 (VRV)
Y cuando
Pedro terminó de presentar este corto mensaje, los textos a continuación nos
presentan como reaccionaron varios cientos de personas que se encontraban en
Jerusalén para el día de Pentecostés:
“Al oír esto, se compungieron
de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos,
¿qué haremos? Pedro les
dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos
2:37-38 (VRV)
¡El
versículo 41 luego nos habla de cómo “cerca de tres mil almas” nacieron de
nuevo en Cristo Jesús!:
“Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
Hechos 2:41 (VRV)
¡Que
maravilloso! Esa tremenda respuesta hace un llamado a que se ejecute un
escrutinio adicional al asunto. Lo primero es que, necesitamos entender que la
audiencia a la cual se dirigió Pedro era 100% Judía – algunos de los cuales
estuvieron entre los que vociferaban contra el Señor ¡“crucifícale”! Solo 50
días antes de este momento, Poncio Pilato había considerado dejar libre a
Jesús. Sin embargo la vasta mayoría de quienes se le predicó este
mensaje de Pentecostés eran visitantes de diferentes países (Versos 9 -11 de
libro de los Hechos capitulo 2) quienes habían viajado a Jerusalén en
obediencia al mandato de Dios acerca de observar la celebración de Pentecostés.
Lo poco que este último (y mucho mayor) grupo conocía acerca del Señor y su
Crucifixión fue solo aquello que había escuchado de la boca de otras personas.
Y por cualquier estándar de medida, era una “multitud difícil” – una audiencia
hostil y desagradecida. Todo había sido impregnado en 1500 años de tradición
religiosa y a lo que concierne a ese mensaje en particular, ¡hubiera sido
imposible encontrar a un grupo más endurecido, prejuiciado y testarudo como
este! Sin embargo, cerca de tres mil personas de entre este vasto grupo “se
compungieron de corazón” ¡y creyeron!
Pero cuando consideramos las circunstancias –
particularmente la brevedad de Pedro y todo lo que él no dijo o hizo -- ¿Cómo
entonces fue posible esta conversión masiva? No se hablo de amenazas de
condenación eterna en el infierno, no se utilizó presión emocional y
psicológica para persuadirlos. El mensaje del Evangelio solo fue presentado ¡y
logro su cometido sin la necesidad de ningún artificio humano! El Espíritu
Santo tomó la Palabra de Dios y sacudió cerca de tres mil hombres hasta lo más
profundo de su ser – tal y como lo hizo conmigo hace mas de 50 años. La sobrenatural
luz de LA VERDAD rompió la total oscuridad de la muerte espiritual y el
resultado de esta rotura fue creer. Solo después de que Pedro fue cuestionado
por aquellos que “se compungieron de corazón” acerca de cual debía ser su
respuesta ante lo dicho en su discurso, y luego de esto continuó “testificando
y exhortando” con muchas palabras para que alcanzasen salvación y fueran salvos
de esta perversa y malvada generación (Vs. 40)
Luego encontramos en Hechos capítulo 10 otro
breve sermón dirigido por Pedro. Fue cuando Dios le confirió el privilegio de
abrir la puerta de salvación a los gentiles (los de la casa de Cornelio). Y tal
y como ocurrió durante el día de Pentecostés, la respuesta de aquellos quienes
escucharon este mensaje fue inmediata:
“Entonces
Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de
personas, 35sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace
justicia. 36Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el
evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos. 37Vosotros
sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del
bautismo que predicó Juan: 38cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y
con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39Y
nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea
y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 40A éste
levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; 41no a todo
el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros
que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. 42Y nos
mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha
puesto por Juez de vivos y muertos. 43De éste dan testimonio todos
los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por
su nombre.” Hechos 10:34-43 (VRV)
El versículo 44 del mismo capítulo 10
entonces continúa diciendo que mientras
Pedro aún hablaba estas cosas, el Espíritu Santo “llenó” ¡a todos aquellos
que estuvieron escuchándole! Una vez
más, podemos ver que la verdad del Evangelio trajo a la luz frutos del Espíritu
Santo de una manera inmediata. Y tenemos que tener en mente que este
grupo de gentiles no tenia conocimiento en lo absoluto acerca de las cosas de
Dios al igual que los judíos del Pentecostés. Así que mi pregunta a ustedes es
la siguiente: ¿acaso aparenta algo verosímil que aquellas personas fueran persuadidas
por este mensaje, o es que acaso no es obvio que su creencia vino de una
inspiración sobrenatural?
Por contraposición, consideremos un sermón
encontrado en Hechos capítulo 26 donde se obtuvo un resultado mucho más
diferente. Aquí encontramos al Apóstol Pablo defendiendo su causa delante del
Rey Agripa y en esta defensa el utilizó el mensaje del Evangelio como parte
central de su argumento. Por la narrativa vemos que Festo, procurador de
Judea, estaba presente – junto con un innumerable (y aparentemente hostil)
grupo de espectadores (Hechos 25:24). Y mientras Pablo todavía hablaba, ¡Festo
le acuso, en alta voz, de estar loco! Luego en la conclusión de este pasaje, el
Rey Agripa hizo la siguiente declaración:
“Entonces
Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.” Hechos 26:28 (VRV)
¡Ciertamente parece ser que la misma brevedad
de presentación que antes produjo tanto fruto anteriormente ahora no lo hizo!
¿Qué le hace a usted suponer que hizo la diferencia? Puedo sugerirles que el Señor
nos dio la respuesta en la siguiente declaración:
“Ninguno
puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en
el día postrero.” Juan 6:44 (VRV)
“La salvación es de Jehová” (Jonás 2:9), y
ninguna cantidad de argumentos persuasivos de hombres llenos de buenas
intensiones puede producir una creencia genuina sin la cooperación del Espíritu
Santo. ¡Pero el uso de técnicas psicológicas que manipula sagazmente las
emociones humanas ciertamente promocionaran falsas profesiones de Fe! Presiones emocionales desde los púlpitos
están tornado a las iglesias locales en cementerios espirituales hoy día a
medida que los predicadores se afanan en superarse los unos a los otros en la
colección de nuevos miembros. Y en estos incrementos de membresía el trigo
entre la cizaña en estas iglesias se está “despertando a oler el café”. Sus
corazones están rotos por su eventual salida en la cual dejaran a amigos y
familiares, pero lo hacen pues el Espíritu Santo les urge a que se separen de
la incredulidad que les rodea:
“No os unáis en yugo desigual con
los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?
¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo
con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué
acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, seré
su Dios, Y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, Salid de en
medio de ellos, (los no creyentes) y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis
lo inmundo; Y yo os recibiré, 18Y seré para vosotros por Padre, Y
vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios
6:14-18 (VRV)
¿Acaso se encuentra usted en esa situación
con su iglesia local? Si es así, sálgase de ella y busque a otros
creyentes quienes estén dispuestos a reunirse con usted para el estudio de la
Biblia, para la oración y adoración. Siendo que se reúnan dos o más con este
propósito llena el requerimiento de lo que el Nuevo Testamento define como
iglesia. (Mateo 18:20) Muchos continúan cometiendo el error de aferrarse,
pensando que podrán llevar un cambio para mejorar la situación. Pero no conozco
ningún caso en el cual esto haya funcionado. Y todos debemos darnos cuenta que el
Señor esta construyendo Su Iglesia (Mateo 16:18) – no un conjunto de
predicadores competitivos quienes buscan el “mayor” y más prospero ministerio.
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
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Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a
las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el
Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.