Los Nombres de Dios
 
Mi Vida
 
 "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10
“Y esta es la vida eterna. Que te conozcan a Ti...”  Juan17:3 
  “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿ Crees esto?” Juan11:25-26

La maravillosa vida-llena de Jesús no tiene principio ni fin; ella llena esa infinita e inmensurable eternidad que se extiende en mi mente cautiva-por el tiempo. Inagotable, todo poderosa, amorosa y sabia, Su divina vida trae confianza y seguridad que excede los mejores intentos del hombre por buscar la paz terrenal. Si, por Su maravillosa e insondable gracia esta gloriosa Vida esta ahora disponible para todos los que le creen y siguen ¡Sus Caminos! 
 

Antes de Yo conocer a Jesús, tenia solo una vida temporalmente terrenal. En mi cuerpo humano finito, Yo podía respirar, caminar, comer y hablar. Yo podía pensar, razonar conocer y amar. Pero mi propio amor debilitado y mi entendimiento corrompido eran solo sombras de los recursos que ahora dispongo a través de Su “vida abundante” en mi. 
 
Cuando puse mi confianza en Jesucristo por primera vez, Mi Señor y Salvador, El milagrosamente me transfirió de mi existencia terrenal antigua a una nueva e incorruptible existencia con El. El eliminó mi juicio por el pecado, me levantó y me llenó con Su vida-dándome su Espíritu para que así pueda ser Su amigo y de esa manera servir a Su pueblo. Que maravillosa vida! 
 
Sabemos como ocurrió: Dos mil años atrás, El murió una muerte agonizante para pagar el castigo por nuestros pecados y libertarnos de la esclavitud de nuestra naturaleza pecaminosa. Luego El se levantó de la tumba, y ascendió a Su trono celestial –“ sobre todo principado y autoridad y poder y señorío.” [Efesios 1:21]  Todos los que han puesto su confianza en Su obra redentora en la cruz ahora comparte Su victoria. 
 
En Su inconmensurable eternidad la cual trasciende nuestra forma de ver el tiempo, nosotros morimos en esa cruz con El—aunque El sufrió todo el dolor. Cuando El se levanto de entre los muertos nosotros compartimos su resurrección. Como Pablo escribió,  
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí.”  Gálatas  2:20 
 
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.” Salmos 139:6  
 
Uno con El, Yo he estado aprendiendo a ver el mundo a través de Sus ojos. Uno con El, palabras conocidas que una vez parecieran secas y vacías han resucitado con nuevo significado. Uno con El, ¡Puedo situar mi corazón un una perfecta y gloriosa eternidad! ¡Sublime gracia! ¡Dulce son, a un infeliz salvó! 
 
Uno con El, Yo comparto tanto en Su sufrimiento como también en Sus triunfos. Para el mundo impío de hoy no es mas compatible con Su santas verdades que lo fuera 2000 años atrás cuando El se hizo hombre y caminó entre nosotros. Ahora como antes, las personas se esconden de Su luz y menos precian Sus santos caminos. Pero,  
 
"... gracias a Dios, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor en Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida”  2 Corintios 2:14-16 
Desde que yo “morí con Cristo”, He escogido “reconocerme” “a mi mismo” “muerto al pecado y vivo para Dios” ¡Nada es imposible para El! Por Su vida en mi, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Porque El ha prometido “suplirme todas [mis] necesidades conforme a Sus riquezas en Gloria en Cristo Jesús.” Romanos 6:11; Filipenses 4:13, 19
El hecho es que, Soy “una nueva creación; todas las cosas viejas pasaron; he aquí, todas han sido hechas nuevas.”  El “quien nos ha reconciliado a Si mismo a través de Jesucristo.” Nos ha hecho “embajadores” de Su maravilloso Reino.2 Corintios 5:17-2 
Por un maravilloso cambio: El toma nuestra vieja naturaleza pecaminosa y nos da Su santa, y toda suficiente naturaleza, en lugar de la nuestra. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en El.” 2 Corintios 5:21 
 
Todavía tengo una decisión que tomar. Cada momento puedo escoger escuchar la voz tentadora de mi naturaleza pecaminosa--o la voz que permanece dentro de mi del Espíritu de Dios. Yo desearía siempre escoger la última. Pero no lo hago. Y cuando yo escojo mi propio camino, Rápidamente siento Su tristeza. Entonces vuelvo a la cruz—no en busca de la vida santa que El me ha dado, sino por limpieza y restauración—para que así pueda deleitarme en su compañerismo de amor es lo que mas deseo por encima de cualquier otra cosa. 

Porque Jesús, mi Vida, ahora vive en mi, veo, escucho, conozco, el amor y la verdad –no como antes, sino con nuevos ojos, oídos, mente y corazón—todos Suyos. Por Su vida en mi, lo veo a El y a los demás con una nueva visión, porque El me muestra la verdad desde Su perspectiva divina. [2 Corintios 5:16] Yo conozco a mi Rey. Escucho Su voz, y mi corazón clama, “Síguele”. 

“...tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevamos en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.”   2 Corintios 4:7-10 

Jesús, mi preciosa vida, ¡que grande Eres! Ayúdame, momento a momento a vivir por tu vida, para que seas conocido y honrado a ¡través de este frágil vaso! Hazme una dulce fragancia de Ti mismo, mi Vida y Mi Señor. 
Referencias:  Eternidad
Salmos 139:6;  Juan 10:10:27, 17:3;  Romanos 6:4-11; 
2 Corintios 2:15-16; 4:10-12,  5:16-21;  Gálatas 2:20; 
Colosenses 1:12-13
 
 
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