LA SALVACION IMPOSIBLE
“Y mirándolos
Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es
posible.” Mateo 19:26
En Mateo 19:16-26 hallamos aun hombre joven que vino a Cristo y le preguntó
que obras el tendría que hacer para lograr la vida eterna, ¡la respuesta que el
recibió realmente probó su sinceridad! Porque después de una serie de
intercambios en la conversación se le dijo que para el tener tesoro en el cielo
el tendría que vender todas sus posesiones y darlo a los pobres. Pero eso solo
arruinó su día y el “…se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Mateo 19:22).
Luego, a sus discípulos, el Señor le dijo
lo siguiente:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo,
que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que
es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el
reino de Dios.” Mateo 19:23-25
¡Y el siguiente versículo nos dice como
Sus discípulos reaccionaron ante esta enseñanza!
“Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran
manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?”
Ellos correctamente percibieron que la
analogía que involucraba “camellos y agujas” tenía la intención de enseñar el
principio de la imposibilidad. Y eso los dejó atónitos porque los judíos creían
que las riquezas eran una indicación clara de la aprobación y las bendiciones
de Dios sobre un individuo. Por lo tanto, si un hombre rico no podía ser salvo,
¿entonces quién podía?
Luego en el versículo 26 (citado más arriba como nuestro subtítulo), se les
dijo que era imposible para los hombres, pero posible para Dios.
Y ya que ese es el caso, mantengamos la palabra “imposible” firmemente en
nuestra mente mientras volvemos nuestra atención a la doctrina de la salvación
y consideramos algunas cosas que
“Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto
los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la
ley de Dios, ni tampoco pueden.”
Romanos 8:6-7
El “ni” de “ni tampoco pueden” es definido como: “de ninguna manera: por nada—usado para
expresar negación, rechazo, rehusar o prohibición”. Y aunque generalmente
“no puede” no es concebido como un sinónimo de “imposible,” todavía lleva esa
connotación.
A continuación, vemos el tema que empezó el Apóstol Pablo en los versículos
4-7 resumido en los versículos 8 y 9:
“y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no
vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.”
Por lo que en realidad es imposible para el “hombre natural” (término
que usa Pablo para un individuo no regenerado) complacer, satisfacer, o ser aceptable
para Dios. Y ese
principio tiene inmensas implicaciones teológicas.
Entonces para empeorar una situación que de por sí está mala, encontramos
otro aspecto de la enseñanza de Pablo sobre el tema a continuación:
“Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir
espiritualmente.”
Parecido a “no puede,” la palabra
“incapaz” también transmite una connotación de imposible porque el individuo no
regenerado no entiende los “dones y enseñanzas y revelaciones del Espíritu de
Dios.”
¿Por qué es imposible para ellos entender?
“Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a
sus muertos.” Mateo 8:22
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo
la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” Efesios 2:1-2
El comentario del Señor en el libro de
Mateo se refería a aquellos que estaban muertos espiritualmente y en el segundo
pasaje citado arriba el Apóstol Pablo les dijo a los creyentes en Efeso que esa
había sido su condición anterior. También nótese que Dios hizo que esos creyentes viviesen reversando su estado de muerte
espiritual—a la resurrección de los muertos se le refiere como nacer de
nuevo.
También hay algo en el libro de los Romanos que
está estrechamente relacionado:
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien
entienda,
No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay
quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Romanos 3:10-12
¿Qué fue lo primero que hicieron Adán y
Eva después de que comieron de la fruta prohibida? Ellos trataron de
esconderse de Dios y desde aquel día en adelante todas las almas perdidas
intentan hacer lo mismo, ¡porque la humanidad como un todo ha heredado su
naturaleza caída y depravada!
Después se nos dice que es imposible que
alguien venga a Cristo a menos que el Espíritu Santo provea el ímpetu y los arrastre:
“Ninguno puede venir a mí,
si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Juan 6:44
“¿¿Los
arrastre??” Si, de acuerdo a
Entonces, para resumir lo que hemos cubierto hasta
ahora, el hombre perdido—el hombre no regenerado—se encuentra en un estado en el que le es imposible reconocer, mucho
menos hacer algo al respecto:
Y la única manera en la que su condición espiritual podría ser peor sería
que el muriera y, al igual que el hombre rico de Lucas 16, ¡entraría en los tormentos
del infierno!
De alguna manera esta situación me recuerda lo que
Helen Keller (1880–1968) experimentó a temprana edad. Una enfermedad la dejó
ciega y sorda a los 19 meses de edad, y aún así se convirtió en una notable
autora, activista política y profesora americana. Y la historia de como su
profesora, Annie Sullivan, pudo atravesar el aislamiento impuesto por una
carencia casi total de idioma se ha venido a conocer en todo el mundo a través
de la obra y película titulada “El
Milagro de Ana Sullivan” (‘The Miracle
Worker’).
Hace varios años visité su hogar en Tuscumbia,
Alabama para ver El Milagro de Ana
Sullivan interpretado por varios
actores locales— ¡y una cosa que me chocó inmediatamente fue lo salvaje y
revoltosa que ella era cuando niña! Sus acciones imitaban aquellas de una
persona demente, pero por supuesto esos impedimentos físicos extremos la habían
reducido a una búsqueda egoísta para satisfacer las necesidades más básicas de
un ser humano.
Por lo que ahora tratemos de ponernos en su lugar
e imaginos lo que era crecer sin poder ver u oír nada. Y si había algún
recuerdo del habla tenía que haber sido mínimo, haciendo que el proceso de solo
pensar fuese extremadamente impreciso y dificultoso. Y si ella no hubiese
recibido la ayuda sin dudas el resultado hubiera sido una vida con un precioso
poquito, si algo, de cambio para lo mejor porque
hubiese sido humanamente imposible para ella
hacer cualquier mejoría significativa por si sola.
Aún así, la situación que todos los humanos enfrentan
al nacer es infinitamente más desalentador porque ninguna “Ana Sullivan” puede
intervenir por ellos y ayudarlos a salir de su apuro. Ellos están muertos
espiritualmente y sin posibilidad de ser ayudados por meros mortales— ¡sin
importar que tan amorosa y preocupada pueda ser su intención! Si ha de
obtenerse un rescate, Dios debe otorgarlo porque de otra forma es imposible.
Esto nos lleva al susceptible punto doctrinal que
todavía evoca debates acalorados entre el pueblo de Dios: ¿puede una persona perdida tomar la decisión de arrepentirse de sus
pecados y “aceptar” a Jesucristo? Hoy la opinión de la mayoría es un rotundo
“sí”, ¿pero no deberíamos preguntarnos como eso es posible a la luz de su condición de muerte espiritual y su esclavitud a Satanás? En
principio ellos están mucho más peor que Helen Keller, en que ellos no solo
están “ciegos y sordos” a las verdades espirituales, ¡sino que tampoco tienen
sentido alguno del “tacto, gusto y olfato” para ellas! Ellos están muertos
espiritualmente y hasta la esperanza misma se ha ido:
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.” Efesios 2:12
¿No parece razonable concluir que Dios
estaría complacido si de hecho ellos escogerían arrepentirse y recibir a Cristo?
¿Pero cómo eso es posible cuando Romanos 8:8-9 inequívocamente establece la
realidad de que ellos no pueden complacerlo mientras aún están en una
condición no regenerada y por lo tanto están desprovistos del Espíritu Santo?
¿Decidió unilateralmente Helen Keller “levantarse
a sí misma por su propia auto-suficiencia?” No, porque ella era completamente
incapaz de tomar una decisión tal y su “salvación” requería ayuda de una fuente
externa. Y yo respetuosamente afirmo que ese es el mismo caso con un pecador
perdido. El arrepentimiento y el
creer son imposibles a menos que primero Dios revierta el curso de
muerte espiritual regenerando al individuo. Pues sí, yo reconozco
plenamente que esa secuencia es completamente al revés de lo que creen la
mayoría de los cristianos profesantes de hoy (y que yo también creí la mayor
parte de mi vida, porque fue lo que se me enseñó), pero un análisis cercano y
cuidadoso de las Escrituras revelará que en realidad ese orden es correcto.
“Los gentiles, oyendo esto, se
regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que
estaban ordenados para vida eterna.” Hechos 13:48
Note que la secuencia comúnmente enseñada
hoy es “Si tu haces algo (aceptar
a Cristo) recibirás la salvación de Dios ¿Pero no podemos ver que “aceptar” es
un verbo? Los verbos denotan acción y una acción denota un obrar— ¡algo que
“Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9
Entonces en conclusión debo señalar que
hay una pequeñita insinuación de lo extravagante en la noción de que uno debe
“aceptar” a Cristo para ser salvo ¡Es semejante a decirle a criminales reos de
muerte que para ser perdonados por el gobernador ellos deben aceptarlo! La
salvación, como un perdón, es un acto de gracia (favor inmerecido) por el Dador
y el permiso del recipiente quien de otro modo está condenado ni es requerido
ni procurado. En realidad, ¡el hacerlo sería completamente ridículo por la
enormidad del gesto! Luego también, concedería la oportunidad para que un
individuo orgulloso se jactarse de tener la última palabra en el asunto: “¡Yo no los dejaría forzar ese perdón
en mi garganta, por lo que los hice esperar mientras lo pensé!”
Y antes de que usted levante la objeción casi
automática de que eso es una violación de la libertad de voluntad de uno, hay
una pregunta lógica que necesitamos ponderar: ya que el no regenerado no puede complacer a Dios, ¿cómo
puede su voluntad ser verdaderamente libre? ¿no son mutuamente exclusivas la
libertad y la restricción?
También, ¿por qué el Espíritu Santo usaría la
palabra “muerto” (del griego ‘Nekros’)
para describir la condición espiritual del no regenerado—la misma palabra usada
para describir la condición terminal de Jesucristo en la cruz—al menos que ambos
estuviesen en estados donde ya se pasase del punto en el que, humanamente hablando,
“tomar una decisión” pudiese posiblemente cambiar su estatus? Yo les afirmo que
solo el milagro de la resurrección puede lograr aquella hazaña para aquellos
quienes están muertos.
¡Cuando Dios levanta los muertos El regenera un
alma y recibe un hijo! Entonces y solo entonces es cuando un humano pecador es
hecho capaz de entender el milagro espiritual que ha sido hecho para el, por lo
que sin pasar primero “de muerte a vida” (Juan 5:24), creer es imposible.
Y siendo ese el caso, ¡creer es
realmente el resultado de la salvación y no la causa!
Pregunta usted, ¿cuál es el alboroto? Ser salvo es
ser salvo, independientemente de como llegamos allí, ¿verdad? Bueno... ¡no realmente!
Considere estas declaraciones y luego pregúntese cual de las dos honra más a
Dios:
Piénselo.
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su
Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él,
usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará
instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces,
necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo
como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que
se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede
hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a el cómo Salvador,
usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera
allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo
tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación.
Esperamos que haya sido bendecido por este
ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan
ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted.
Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.