EL COMPLEJO DE ELIAS
Soledad En Medio De La Apostasía
Mientras nuestro mundo parece trotar fuera de control y los encabezados de los
periódicos continúan proclamando más malas noticias, es muy fácil para los
creyentes sentirse solos. Las principales doctrinas de la cristiandad están
completamente desviadas de los pensamientos bíblicos y una fe materialista “cómoda”
son el capullo que se
han fabricado. Como un narcótico poderoso, la ignorancia espiritual acoplada
con el engaño satánico los calma en un sentido soñador de piedad personal y
bienestar. Entonces, ¿se maravillaría de que los que no han “comprado” esa
cantidad de
defectos de verdad se sientan marginados y excluidos? ¡Pero, alabe al Señor! Estar
entre los pocos que están como el Profeta Elías del Antiguo Testamento, es el
lugar adecuado de estar.
“Entrad por la puerta
estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta,
y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” Mateo
7:13-14
Entonces, para que comprendamos como nadar en contra de la corriente no nos aísla
tanto como pareciera, necesitamos poner atención a lo que Dios le enseñó a Elías.
En algún lugar alrededor del 975 Antes de Cristo, Israel sufrió una guerra
civil y se convirtió en una nación dividida. Entonces diez tribus del norte siguieron
al Rey Jeroboam y mantuvieron el nombre de Israel mientras las otras dos tribus
en el sur, hicieron a Roboam su rey. Este nuevo reinado se conoció como Judah e
incluyó la ciudad de Jerusalén donde el Templo estaba localizado. Y para los
piadosos de las gentes
del norte esto les causo consternación. Dios debía ser adorado en el Templo e
independientemente de como se sintieran sobre la política que envolvía la
guerra civil, sabían que estar separados era un error. Entonces muchos, si no
la mayoría, de ellos simplemente se mudaron al reino de Juda, para continuar su
adoración en el Templo
y esa migración resulto en personas de todas las doce tribus representadas en
el pueblo de Juda.
¿Por qué es tan importante eso? La primera razón
es que esto obviamente disminuyó el numero de verdaderos creyentes entre la
gente del reino del norte—contribuyendo grandemente a su rápida declinación
hacia la apostasía y la adoración a los ídolos. Y la
segunda es que refuta la oculta creencia perniciosa concerniente a las “Diez tribus perdidas de Israel”. En otras
palabras, ellos insisten erróneamente en que cuando Babilonia llevó el reino
del norte a la cautividad, esas personas “desaparecieron del radar de la
pantalla histórica” y misteriosamente migraron a Inglaterra y a los Estados
Unidos siglos después. También conocido como el “ Israelismo
Britanico” esto forma la base del Mormonismo porque su fundador Joseph Smith recibió
ese ridículo poco de
Gnosticismo de su entrenamiento como un Fran Masón. La identidad Tribal nunca
se perdió porque todas las doce fueron representadas a través de la nación de
Juda. De otra manera, porque Santiago el hermano del Señor apunta su epístola a
“las doce tribus
que están en la dispersión”? (Santiago 1:1). Claro la
gente fue esparcida por las naciones del mundo ( la “Diáspora”,
o dispersión) pero ninguna de las tribus alguna vez se perdió!
Fue en esta condición espiritual
deplorable de las tribus del norte que Dios envió a Su profeta Elías. Su tarea
nada envidiable era advertir al malvado Acab-quien para ese tiempo se había
convertido en Rey—de que debían arrepentirse o seria
juzgado. Y los triunfos, así como los puntos bajos del ministerio de aquel
individuo rugoso siguen siendo una fuente de inspiración para el pueblo de
Dios.
¡En el Libro de I de Reyes, Capitulo 17
y verso 1, el Hombre de Dios aparece en escena con una bomba! Valientemente se
dirige a la presencia de Rey Acab y hace una aclaración asombrosa:
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores
de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy,
que no habrá lluvia ni rocío en estos años ,
sino por mi palabra”.
Este mensaje de que habría una severa sequía fue un intento de llamar la atención
de Acab, pero antes de que el rey pudiera reaccionar en ira a esa intrusión
indeseada, Dios le dijo a Elías que se “fuera de allí” y se escondiese! Entonces mientras
el estaba asustado, Dios milagrosamente proveyó comida al enviarla con los pájaros
salvajes.
“Y vino a él palabra de
Jehová, diciendo: 3Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el
arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 4Beberás
del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 5Y él fue e
hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 6Y los cuervos le traían
pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
7Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la
tierra.” 1 Reyes 17:2-7
¡Una vez acabada el agua, Dios envió a Su hombre a una viuda Gentil en el pueblo de Sarepta, la cual estaba cerca de la ciudad fenicia de Sidon! La condición espiritual de Israel era tan mala que ninguna de sus viudas fue seleccionada para servir a Dios al ayudar a sostener al profeta Elías. Y aquel punto enfureció a los judíos cuando el Señor lo usó para ilustrar la ceguera espiritual de Israel en Su propio día:
“Y en verdad os digo que
muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado
por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a
ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.”
Lucas 4:25-26
Esa mujer en particular había sido
“mandada” por Dios para que cuidase a Elías (1 Reyes 17:9). ¡Y lo asombroso de
esto es que ella y su único hijo estuvieron al margen de morir de hambre! De hecho, cuando Elías llego a la escena, ella
estaba recogiendo
algunos palos para hacer fuego para entonces poder preparar lo que ella pensó
seria su último alimento. Y cuando este Judío le pidió
que le diera algo de agua y comida, ella replico probablemente en un tono algo sarcástico.
“Y ella respondió: Vive
Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina
tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos
leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y
nos dejemos morir.” 1 Reyes
17:12
¡Aja!
Note que ella dijo “tu” Dios y no “mi” Dios. Desde aquí parece obvio que había
un doble motivo para enviarle a Elías. No solo necesitaba el profeta la ayuda
de ella, ella estaba espirutalemente muerta y lo necesitaba desesperadamente! Entonces la
primera cosa que hizo Elías fue que la reto a creer:
“Elías le dijo: No
tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una
pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y
para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja
no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová
haga llover sobre la faz de la tierra.” 1 Reyes 17:13-14
¡Humanamente hablando, esa fe no es posible! (1) Ella era una Gentil, teniendo solo un mínimo conocimiento del Dios de Israel y (2) era un hecho que los Judíos odiaban a su gente. Pero para poner las cosas peor, este hombre le dice que le de la mayor parte del poco de alimento que ella tenia, a el primero y entonces preparara lo que quedara para ella y su hijo. Bajo esas exactas circunstancias, ¿quien se sorprendería si ella le dijera que se fuera a volar? Aun así, increíblemente, ella cumplió con sus órdenes. ¿Pero qué podría haberla incitado a hacer eso cuando ella sabía que el fallar a su promesa le causaría tanto a ella como a su hijo una muerte inmediata? La respuesta esta en el verso 9 y dice que Dios la había “mandado. La Palabra Hebrea “sawa” (Strong #6680 traducido “mandada” en este caso) puede ser también traducida como “constituir”. Y nosotros encontramos en 2 de Samuel 6:21, donde el Rey David le dice a su esposa Mical, La Hija del Rey Saúl, lo siguiente:
Entonces David respondió
a Mical: —Fue delante de Jehová, quien me eligió en
preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme como príncipe
sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová.
Entonces Dios preparó el corazón de esta viuda para reaccionar en la forma en
que ella lo hizo. Y el subsiguiente milagro del alimento y del aceite fue
puesto para confirmarle que el Dios de Elías era real. Entonces luego que su
hijo murió y Elías lo resucitó, ella evidenció una fe genuina:
“Entonces la mujer dijo
a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es
verdad en tu boca.” 1 Reyes 17:24
Finalmente en algún punto durante el tercer ano de la sequía, Dios le dijo a Elías
que fuera a donde el Rey Acab y se “mostrara”, porque
la lluvia estaba por llegar!
Entonces la primera cosa que hizo Elías cuando vio a Acab
fue denunciar su maldad y propuso un “concurso” para determinar Quien era el vivo
y verdadero Dios de Israel:
“Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?
Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre,
dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.
Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los
cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel. Entonces Acab
convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte
Carmelo.” 1 Reyes 18:17-20
Luego el se volvió a las personas y los reprendió
por su incredulidad:
“Y acercándose Elías a
todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id
en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” 1 Reyes 18:21
Entonces todos los profetas paganos del pueblo de Israel, se juntaron en el
Monte Carmelo para ver lo que Elías iba a hacer. Y lo que les propuso fue que
mataran un buey para el sacrificio y lo pusieran sobre una pila de madera seca
encima de un altar- y el
entonces haría lo mismo. Después cada “lado” oraría y pediría que su sacrificio
fuera consumido por el fuego para probar cual Dios era
el genuino. Y en el verso 24, esta registrado que su propuesta complació a
todos porque ellos dijeron “bien dicho”. Pero tengo la sospecha de que nada de
esto complacía a los falsos profetas de Baal.
Porque ellos se habían tropezado con una situación de “hazlo o calla” Y para
demostrar que el era buen retador, Elías hizo el gran gesto de permitirles ir
primero.
Y lo que sucedió después fue algo cómico. Los profetas de Baal (y asumimos que también
los de Asera) oraron fervientemente desde la mañana
hasta el medio día diciendo “Oh Baal, escúchanos”,
Pero nada sucedió. Entonces ellos se comenzaron a poner bien serios y empezaron
a saltar, llorar a sus dioses y a cortarse ellos mismos
con cuchillos hasta sacarse sangre- ¡todo esto mientras Elías se burlaba de
ellos! Esto continúo hasta pasada la tarde y entonces Elías se volvió a la
gente de Israel quienes eran los testigos, y los llamó para que le prestaran atención.
Mientras veían, Elías reparaba un viejo
altar que había sido usado en algún momento en el pasado. El escogió 12 piedras
(representando las 12 tribus de Israel) y las reposicionó en el altar. Entonces él cavó una zanja grande alrededor de
ello, la leña puesta sobre la cima de las piedras, y preparó el buey para un
sacrificio. A continuación le dijo a algunos que estaban parados alrededor que
llenaran cuatro barriles de agua y que los pusieran sobre el sacrificio (la sequía
había durado mas de dos años y hasta un poco de agua era preciosa). Entonces
les instruyo hacer lo mismo otra vez—luego lo hizo una tercera vez! Para ese momento todo el altar estaba empapado y la zanja
llena de agua.
¿Por qué Elías les hizo hacer algo tan extraño?
Simplemente para que nadie pudiera decir que otra cosa, que no fuera Dios consumió el sacrificio
(porque habían literalmente cientos de falsos profetas quienes habían fallado
en sus esfuerzos y buscaban un chance para decir que el usó alguna clase de
truco para conseguir que la madera se quemara)
Entonces Elías oro a Dios:
“Cuando llegó la hora de
ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de
Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y
que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
37Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh
Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.” 1 Reyes 18:36-37
Y Dios respondió la oración genuina del profeta instantáneamente:
“Entonces cayó fuego de
Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió
el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y
dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! Entonces Elías les dijo:
Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los
prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y
allí los degolló.” 1 Reyes 18:38-40
¡Entonces Elías le dijo al Rey Acab que se prepara
porque la lluvia estaba por llegar pronto! Y Acab se
monto en su carro de vuelta hacia Jezreel, con Elías
a pie corriendo delante de el, ellos fueron a través de la “gran lluvia”
(18:46) ¡Que gran victoria
para Dios y vindicación para Su fiel profeta! Pero, espere, hay una sorpresa
para Elías esperando justo al doblar de la esquina para mantenerlo humilde.
Cuando Acab le dijo a su reina Jezabel
acerca de lo acontecido, ella se lleno de ira. ¡Como se atrevía el Dios de
Israel a burlarse de sus profetas y haberlos matado!
“Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los
dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona
como la de uno de ellos.”
Bueno, Elías sabia que esa malvada Jezabel
significaba negocio por lo que no “paso por go” ni
“colecto 200 dólares”, sino que inmediatamente subió a las colinas, ¡huyendo
por su vida! El mismo hombre que momentos antes había enfrentado 850 falsos
profetas y los había matado ahora estaba huyendo de una mujer enojada. Pero
como dicen: “la discreción es la mejor parte del valor”.
Así que por segunda ocasión en un periodo
de aproximadamente tres años Elías se encuentra totalmente dependiente de Dios
para su sobrevivencia. Pero esta vez, en vez de andar por fe, el profeta hizo
lo que muchos de nosotros estamos propensos a hacer cuando encaramos
circunstancias similares. ¡Temeroso y físicamente agotado
se sentó de bajo de un enebro (19:4) y
oro a Dios para que le quitara la vida! No le importó que justo el día anterior
el hubiese literalmente pasado por una “experiencia espiritual monumental”. No
le importo que Dios lo usara de forma maravillosa para probarle a Israel que
ellos se habían ido en pos de profetas falsos. Gran terror lo controlo y la
razón le había abandonado. El “valle de la desesperación” le había cegado por
lo que parecía ser una situación desesperada. El orgullo pecaminoso lo había
convencido de que el era el único profeta de Dios que quedaba y solo quería terminarlo!
¿Cómo cree que esa idea llego a su mente?
La narración no nos dice, pero para mi
definitivamente tiene un olor a azufre.
¿Y si ese gran profeta de Dios fue reducido a tal
deplorable estado mental, no es razonable concluir que nosotros también somos
susceptibles?
Para calmar su
agitado siervo después de que se despertó del sueño Dios envió un ángel para suplir
de inmediato sus necesidades físicas de alimento y agua.
Entonces luego de recibir el alimento Elías
descanso otra vez. El mismo hombre quien estuvo tan físicamente apto que era
capaz de correr delante del carro de Acab “golpear el
muro” estaba completamente agotado por la experiencia.
Pero Dios tenía un reto aun más que físico bajo la manga:
“Y volviendo el ángel de
Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino
te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida
caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.” 1 Reyes
19:7-8
Desde Beerseba (vrs3) hasta el Monte Horeb (Sinai)
hay un recorrido de más o menos 240 kilómetros. Y solo podemos atinar a conocer la razón por la que Dios lo envió a
tal arduo viaje en el desierto, pero cuando Elías llego allá tomo un descanso
en una cueva. ¿Podría ser esta la misma
“hendidura en la piedra” de la que habla (Ex. 33:22) cuando Moisés se protegió de
toda la fuerza de la gloria de Dios? Algunos comentaristas creen que lo fue y
en ambos casos Dios ha tenido algo que decir a Sus siervos.
Entonces cuando el Señor vino a hablar con Elías, lo primero que El dijo fue, “ ¿Qué
haces aquí, Elías? (19:9), y la respuesta del profeta es mas reveladora:
“El respondió: He
sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de
Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a
tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.” 1 Reyes
19:10
La respuesta del Señor a esta conmovedora
excusa fue:
“El le dijo: Sal fuera,
y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande
y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de
Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero
Jehová no estaba en el terremoto. 12Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová
no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. 13Y cuando
lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de
la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” 1 Reyes 19:11-13
Note que después de una demostración cataclismica de Su divino poder, Dios repitió
la pregunta, “¿Qué haces aquí, Elías? Y el profeta repitió la excusa original
casi textualmente en el versículo 14, pero en vez de criticar a Elías, necesitamos
entender que tenemos mas información en la Palabra para
poder entender mejor la pregunta de Dios. Por ejemplo, El Apóstol Pablo dijo en
Romanos 8:31 (b)”...si Dios es por nosotros, quien contra nosotros?” En otras palabras Dios estaba diciendo algo como “ ¿Por qué estas escondiéndote en el desierto cuando Yo soy
infinitamente capaz de protegerte? Pero cuando la misma queja fue ofrecida la segunda
vez, Dios le dio a su perturbado siervo algo de tranquilidad:
“Y le dijo Jehová: Ve,
vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú
hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a
Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola,
ungirás para que sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que
escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.” 1 Reyes 19:15-17
Entonces para corregir de alguna manera
a Elías de su conclusión egoísta de que el era el único profeta que quedaba (pasando
por alto el hecho de que el Señor podía aumentar instantáneamente hasta un
millón de justos como él si Él deseaba)--además de un aparente sentimiento de
que la apostasía de Israel significaba que nadie estaba adorando a Dios, esta
asombrosa aseveración fue hecha:
“Y yo haré que queden
en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no
lo besaron.” 1 Reyes 19:18
El juicio Divino estaba por caer sobre Israel y los dos reyes (Hazael de Siria y Jehú de Israel)
serian los instrumentos a través del cual seria administrado. Y cuando
terminara, habrían quedado todavía 7000 sobre la población quienes quedarían
fieles a
Dios. Y para asegurarse de que las personas fueran recordadas por su conveniente
relación con Jehová, le fue dicho a Elías que ungiera a Eliseo—el que tomaría
eventualmente su lugar como profeta.
¡Entonces lo que necesitamos recordar es
que nuestro soberano Dios constantemente nos observa y nunca estamos solos! Aun
que así como la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3:14-18 existen muchas cizaña
y el trigo se vuelve cada vez mas escaso, pero cobre animo sabiendo que no
importa cuan oscuro este—el Señor siempre preserva un remanente para aquellos
que se mantienen fieles a El.
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Dios le bendiga.
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