TITULO: ¿SALVADO Y LUEGO PERDIDO?
Subtitulo: Algunas palabras de Consuelo para un Tema que Nunca debería
ser problemático para los Hijos de Dios.
Rompe el corazón recibir correspondencia de aquellos
que están aterrorizados porque han “cometido un pecado imperdonable”, o que
están en peligro de ir al infierno por que se han divorciado, se han vuelto a
casar, y “viven en adulterio”. Muchos me han dicho que han estado en problemas
por años y que simplemente no pueden encontrar paz en su mente y corazón por el
(los) pecado(s) que han cometido antes de conocer a Jesucristo como su Salvador
personal—mientras otros expresan preocupaciones similares en fallas que han
cometido después de ser salvos. Y la causa es que algunos “predicadores” causan
mucha de estas confusiones y penas por tomar las Escrituras fuera de contexto,
por lo que crean doctrinas no conforme a la Biblia.
Por
favor escúchame hijo de la gracia, cuando Jesucristo murió en esa cruz— ¡el 100% de tus pecados y los míos estaban en el futuro! Y aun cuando nacimos de
nuevo el 100% de ellos—pasados,
presentes y futuros (sí, aun los
que habríamos de cometer en el futuro) —no fueron simplemente perdonados, sino
que fueron totalmente removidos, tal como lo vemos en el siguiente versículo:
“Cuanto está lejos el
oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” Salmos
103:12 (VRV 1960).
La
mejor ilustración que sé, para explicar lo que toma lugar cuando somos salvos
es la de un criminal en condena de muerte esperando su ejecución. El ha sido
condenado por una ofensa capital por un jurado, todos el proceso de apelación
se ha agotado, y la cámara de
muerte—unos cuantos pasos al fondo del pasillo—esta programada para recibirle
en pocos minutos. El solo tiene una pequeña esperanza de que a este punto el
gobernador le permita un último minuto para evadir la ejecución. Los guardias
vienen por el, le llevan con cadenas a la cámara, le acuestan en una cama
especial hecha para este propósito, las líneas intravenosas se le insertan en
el brazo, y esperan por la señal del guardián para inyectar la dosis letal.
Pero, de repente, el teléfono suena y ¡lo inimaginable sucede! No, no es el
gobernador en el teléfono con aplazamiento de la ejecución—es Dios Mismo
con órdenes para liberarle inmediatamente porque el ha sido declarado inocente
y libre de todos los cargos. ¡Esta intervención de último minuto no es simplemente un
perdón, sino una exoneración total de la culpa!!!
Y
el punto que no podemos perder es que el anterior individuo condenado es
culpable según los cargos y todos
lo saben. Pero una vez puesto en libertad, ¿pasará él, el resto de su vida
preocupado por si acaso el veredicto no hubiese sido anulado? ¡Claro que no!
Porque él sabe que una vez ese tipo de decreto legal es hecho—es irreversible.
De tiempo en tiempo el tendrá experiencias donde siente culpa y remordimiento
por lo que hizo, pero su vida nunca mas será arriesgada en ese crimen
particular. Y lo más asombroso de todo esto
es que Dios hace infinitamente cosas mas grandes que estas ¡por
cada alma que El salva! No solo la mayor ofensa es perdonada, sino, todas las
ofensas que solo ¡El las puede contar! Como ve, cada pecado, en particular,
que hemos cometido, o cometeremos en el futuro, acarrea consigo ¡una sentencia
de muerte eternal! Pero el Todopoderoso Dios, El Juez Supremo del Universo,
ha extendido su gracia para elegirnos y justificarnos. Y ese acto judicial fue
cumplido antes de la creación, de acuerdo con Efesios 1:4 y Romanos 8:30.
Entonces, cuando el tiempo apropiado llegó, el castigo por todos nuestros pecados fue
pagado por el Señor Jesucristo en la cruz. Amados, el término
técnico de “justificados” significa que El emitió un decreto que borró nuestros
pecados, dejándonos limpio— ¡pasados, presentes y futuros! En un acto de una
asombrosa gracia, El nos declaró “justos”, o totalmente rectos, a Sus
ojos—aunque cada uno de nosotros somos culpables según los cargos. ¿Cómo puede
El hacer esto y todavía ser un Juez justo, se preguntará usted? La respuesta es
que El tomó para si ¡nuestra sentencia de muerte! Dios murió para que nosotros
vivamos. Y si esto no le hace lagrimear y le hace un nudo en su garganta, usted
tiene “una molleja que golpea” en vez de un corazón.
Si
usted ha nacido de nuevo y tiene el Santo Espíritu dentro de usted, “el fruto
del Espíritu” (Gálatas 5:22-23) es la prueba positiva de que usted es libre de
toda culpa y condenación--¡Por siempre! Pero, por favor, entienda que esto
no le da a usted ni a mi una licencia para pecar. ¡Claro que no! El pecado
continuará, lamentablemente, siendo una plaga para nosotros mientras vivamos
porque no perdemos nuestra caída y depravada naturaleza por ser regenerados de
arriba. Nuestro diario caminar con Jesucristo nos permite pecar menos y
nos damos cuenta de esto cuando fallamos, es un hijo violando las reglas de
nuestro Padre Celestial. El castigo por nuestro pecado ha venido a ser
totalmente diferente de lo que debería imponer, Dios, como Juez Supremo del
Universo. Las transgresiones siguen siendo serias y su resultado será corregido
(Hebreos 12:6), pero nuestra posición ha cambiado para siempre ¡de culpable a
hijo!
Sin
embargo un número incontable de personas continúan preocupándose e
inquietándose de si pueden perder su salvación, por un gran “pecado” que han
cometido. Fui contactado recientemente por alguien que me decía que su
hermana—quien nació de nuevo y tuvo un mal matrimonio—le dijo un pastor que
iría al infierno si no dejaba a su segundo esposo inmediatamente (tal como
recuerdo, luego de un feliz matrimonio de 30 años) y “deje de vivir en
adulterio. Este tipo de ignorancia de las Escrituras de un profesante que se
hace llamar ministro es inexcusable, pero esto se ha esparcido al día de hoy.
Amigos, escúchenme—no quiero minimizar cualquier pecado— ¡pero el adulterio
es uno de muchos pecados! ¿Desde cuando la palabra de Dios le asigna
un espacio especial al adulterio en el infierno? Nueva vez, quiero dejar claro
que todo pecado es malo y que deberíamos estar constantemente en guardia, pero
los hombres obviamente le añaden un
estigma especial a este pecado particular el cual no es injustificado y la
Escritura no lo respalda. Lo que
concierne al castigo de Dios es que el pecado es pecado--¡punto!! Sin
excepción, cada trasgresión es castigada con la muerte espiritual por la
eternidad, así que ¿Cual posible razón puede haber para mostrar que uno es mas
serio que los de más? Les digo a ustedes que la razón se encuentra en la falsa
doctrina de la iglesia Católica Romana la cual ha “escupido” dentro del
pensamiento Protestante. La Iglesia Católica Romana enseña que el matrimonio es
un sacramento que es necesario para la salvación. Por ende, el divorcio es
equivalente a la perdida de la salvación y por enseñarles esto han aterrorizado
a millones durante siglos. Aparentemente, se les ha escapado que nada de esto
es respaldado por la Palabra de Dios, pero tienen un record de que ninguno de
estos detalles les intervenga en su camino. Y fundamentalmente, los pastores,
creyentes de la Biblia ¡deberían saber mejor esto!
Si fuere posible perder nuestra salvación, una acción legal debería ser tomada, eso es tan ridículo que hace reír. El mismo Espíritu Santo seria multado por el fracaso de Dios de ¡ser fiel a Su promesa! ¿Por favor, me dice? Bueno, léalo usted mismo:
“El cual también nos ha
sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” 2
Corintios 1:22
“Más el que nos hizo para
esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.”2 Corintio
5:5
“Que es las arras
de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria.” Efesios 1:14
La palabra Griega “arras” traducida
significa:
Arrhabon, del
original Hebreo [Hebreo 6162 (Arrabón)] un compromiso, i.e. parte de la
compra, dinero o propiedad dada en avance como seguridad del resto:-posesión (Concordancia
de Strong, Énfasis mío)
Y
encontrará muy interesante lo que W.E. Vine tiene que decir sobre esta palabra
particular en su Diccionario Expositorio
de palabras del Nuevo Testamento (Expository Dictionary of New Testament Words), p.11, Vol.
2(énfasis mío):
POSESIÓN
(sustantivo) —ARRABON “originalmente, posesión de dinero, depositado por el
comprador, y penalizado si la compra no fuese completa, fue
probablemente una palabra Fenicia, introducida al Griego. En general, su uso
vino a indicar una promesa o posesión de cualquier tipo, en el Nuevo Testamento es usada solo para
asegurar a los creyentes en Dios; se dice del Espíritu Santo como la promesa
Divina de toda la futura bendición. 2 Corintios 1:22; 5:5, en
Efesios 1:14 particularmente
de su herencia eternal…en el Griego moderno arrabona es un anillo de compromiso”.
Así que en cada uno de estos 3 versos de la Escritura, el Apóstol Pablo clara y únicamente nos dice que el Espíritu Santo nos es dado a los creyentes como las “arras” de la promesa de Dios de salvar. Y si esa promesa fuese rota al Espíritu Santo mismo ¡se le multaría! ¡Amados esto nunca pasará!
Pregúntese
a usted mismo esta (ridícula) pregunta: ¿Existe algún pecado que yo pudiese
cometer que cambien el hecho de mi parentesco biológico terrenal? Pero, ¡Claro
que no!! Usted nació de padres terrenales de acuerdo con la Soberana voluntad
de Dios y cambiar ese hecho histórico es totalmente imposible. Siendo este un
caso obvio, ¿Por qué es tan difícil entender la misma verdad de nuestra relación
con El? Fuimos literalmente nacidos en Su familia a través del “nuevo
nacimiento” de la regeneración. Además, ¡fuimos adoptados por El al mismo
tiempo! Las riquezas del Cielo fueron puestas en nuestra cuenta celestial,
Jesucristo vino a ser nuestro hermano mayo en la fe, y nos encontramos
compartiendo herencia con El de todo lo que Dios tiene para ofrecer. Así que a
la luz de todas estas estupendas bendiciones delante de nosotros, ¿Tiene alguna
lógica que usted peque, y sea un “nonato” y lo pierda todo? Nuestro Dios es
Omnisciente—todo lo sabe—así que, ¿Por qué El daría tan grande bendición si
supiera bien que nosotros cometeríamos un pecado especifico y lo perderíamos
todo? ¡Solo el pensar así seria una tontería!
El
mismo Señor Jesucristo cita en el Evangelio según San Juan:
“Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre
que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano
de mi Padre.” Juan 10:27-29
El
significado de la palabra castellana “eterna” y “jamás” no ha cambiado de
significado. Y por favor no pierda de vista el punto en el que las “ovejas” del
Señor—sus hijos—son tomados rápidamente en ¡Sus manos y las manos del Padre! En
esa consideración estamos doblemente salvos. Y cuando miramos al
compuesto de la palabra Griega “jamás” encontramos que es doblemente negativa:
“i.e.
Griego 3756 (ou) y Griego 3361 (me); una doble negativa reforzando la
negación; no del todo:-nunca mas, no del todo, por ninguna (no) significa
ninguno, nunca, no (del todo), en ningún caso. Compare Griego 3378(meouk)”
(Concordancia de Strong)
Y
creo que el siguiente comentario echo por el Apóstol Pablo puede decidir el
tema más allá de la duda:
“¿Quién acusará a los escogidos
de Dios? Dios es el que justifica. [34] ¿Quién es el
que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
[35] ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación,
o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? [36]Como
está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados
como ovejas de matadero. (A) [37]
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que
nos amó. [38] Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:33-39 (RV 1960)
Note
la clara e irrefutable lógica encontrada en la primera declaración (vs. 33).
Podría Dios—el que nos justificó, el Juez Supremo quien nos absorbió —
¿adelantar cargos adicionales en contra nuestra? ¿Podría nuestro Salvador,
Cristo Jesús, parar de interceder a nuestro favor ante el Padre y traer cargo
adicionales en nuestra contra? (vs. 34) Claro que la respuesta esperada es un
¡NO! rotundo. El sentido común dicta que una vez El Juez nos declara ser rectos
imponiendo a nuestra cuenta la rectitud misma de Jesucristo, nada de lo que
hagamos—o fallemos—puede alterar ese decreto. No mecerecíamos esta salvación
y entonces ¿Por qué alguien podría pensar que se podría perder cuando nos fue
dada por gracia desde primera instancia?
El
concepto de gracia—el favor inmerecido de Dios extendido a Sus elegidos—debe
ser entendido en su propio contexto. En nuestro sistema de justicia una persona
que es exonerada de todos los cargos no
puede ser tratada por el mismo crimen dos veces. Esto se llama “Doble Riesgo” y
es una posición tomada por la mayoría
de los sistemas judiciales alrededor del mundo. Pero si esa misma persona sale
y comete otra ofensa capital, el es responsable por sus acciones y será
responsable de sus hechos. Si es condenado por lo que el jurado ve, ¡vuelve nuevamente
al camino de la muerte! Y aun así es donde muchas personas fallan a la hora
de hacer diferencia entre el decreto de Dios y el decreto humano. El hombre
mira cada infracción legal y el juicio es sometido de acuerdo a esas
infracciones. Rompe la ley nuevamente y serás juzgado nuevamente. Sin embargo,
Dios, por su gracia, concede un manto de perdón que nunca ¡se puede anular! No
solo las infracciones del pasado, sino aquellas que aun están en el futuro son
cubiertas por el decreto impuesto por su rectitud. Amado. En esencia hemos
recibido una “inmunidad diplomática” celestial y nunca más podrá ser
retenido responsable concerniente a la pena de muerte eterna. Sin embargo—y no se
pierda esto—como Sus hijos, permanecemos responsables a Dios el padre (opuesto
al Dios Juez Supremo del Universo) y ningún pecado será impune en esta vida.
Por favor, nunca tenga la idea que tenemos una “carta libre” para poder pecar.
Nada puede ir mas allá que la verdad, “Porque el
Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.” (Hebreos
12:6). Viola sus mandamientos y serás castigado—tal como un padre humano que
ama a su hijo haría si desobedece. Pero, alabado sea el Nombre del Señor, que
El nos ama tanto que al castigarnos con la muerte seria como uno de los
castigos que recibimos de nuestros padres terrenales. Y eso nunca, nunca
será—por la eternidad—reversible.
POR LO TANTO: Si verdaderamente usted conoce a
Cristo Jesús como su Señor y Salvador personal y el Espíritu Santo de Dios se
revela Asimismo en y a través de su diario caminar (El Fruto del Espíritu,
Gálatas 5:22-23), usted ha “pasado de muerte a vida”(Juan 5:24). Ningún
pecado que usted haya cometido en el
pasado, o sea cometido en el presente tendrá ningún tipo de relación en su
eterna salvación porque todo ha sido
perdonado en Cristo.
Si
su predicador le dice lo contrario, usted necesita buscar un predicador nuevo—por
que el anterior no conoce las Escrituras.
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación .
Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a
las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el
Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.