TITULO: ¿DÓNDE ESTÁN LOS
MUERTOS?
Subtitulo: ¿Cuando Alguien Muere, Que Le Pasa A Su Alma?
Evidentemente que las
personas que se dedican a pensar detenidamente sobre este tema llegarán
eventualmente a la conclusión que debe de haber algo mas allá de lo que el ojo
humano pueda ver. La experiencia muestra que hay un ser único totalmente abstracto
asociado con cada individuo y ese manifiesta a través de la habilidad de
pensar y razonar. Así que, el “verdadero usted” es esa persona inmaterial --esa
personalidad-- que utiliza los impulsos eléctricos dentro de su cerebro y es
una entidad clara del cuerpo mismo. Y porque este hecho es reconocido, la
ciencia médica define generalmente la vida como un estado en la que se poseer
actividad cerebral.
Esa fuerza misteriosa es la que llamamos
“vida” es algo que el hombre no puede duplicar. Cada ser vivo--cada hoja del
césped, cada insecto, cada animal-- la posee y solo podemos ver su duración y
tomar nota de su inevitable partida. ¿Pero donde se origino y a hacia donde se
dirige? Aparentemente se ve como que la vida engendra vida en un circulo que
aparenta ser infinito y de pronto finaliza con lo que llamamos “muerte”. ¿Pero
en esta breve existencia esto es todo lo que hay? La Biblia nos informa que hay
muchas cosas más envueltas en el asunto que no son percibidas sólo por las
observaciones científicas.
En el Libro de Génesis,
encontramos la siguiente declaración acerca del origen del hombre:
“Entonces Jehová
Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Génesis 2:7 RV1960)
Luego en el Libro de Salmos,
El Rey David tuvo que decir esto acerca del papel de Dios en su propia
creación:
“Te alabaré;
porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo
sabe muy bien. [15] No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui
formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.” (Salmos 139:14-15
RV1960)
Así que la vida humana como
sabemos comenzó con que Dios creo a Adán. En la cual la vida se esfuerza ella
misma, fue dada y ha pasado a nosotros por una virtud como una cuerda
irrompible de la procreación. A las plantas y a los animales se les dieron
también la vida, pero no se les dotaron de las facultades humanas como son
conocimiento propio y razonamiento. (Mientras que es verdad que algunos
animales han demostrado tener una habilidad rudimentaria a razonar no esta ni
lo mas cerca de aquella que un pequeño niño posee). Esta habilidad de pensar y
comunicar pone a los humanos a parte y nos establece a cada uno de nosotros con
una personalidad diferente. Entonces la teología va aun mas allá definiendo al
hombre como un hombre dual, que consiste de cuerpo y alma/espíritu – material y
espiritual. La diferencia entre el alma y el espíritu (términos usados
frecuentemente intercambiablemente) es
que esa “alma” se refiere a ambos aspectos materiales e inmateriales, mientras
que el “espíritu” es estrictamente inmaterial-- no incluye el cuerpo.
Nuestros pensamientos, motivos, y acciones
nos hacen lo que realmente somos. Y es a esto que la Biblia se refiere cuando
habla del “corazón” -- nuestro ser interno, nuestra “alma” la esencia
inmaterial de uno, que va a existir para siempre a la vista de Dios quien nos
creo. Así que cuando El quita la vida, viene la “muerte” , el cuerpo para de
funcionar y vuelve al polvo del cual fue tomado, pero de acuerdo a la Palabra
de Dios nuestra inmortal alma / espíritu ¡vive!
Donde va a estar en la eternidad es nuestro punto
de discusión.
Como es el caso usual con las Escrituras,
debemos tratar de unir las piezas para saber lo que realmente dice acerca de
cualquier tema antes de llegar a una conclusión. En el Antiguo Testamento los
muertos que partían se decían que habían ido al
sheowl-- o "Sheol,"—El termino Hebreo para la tumba, o
lugar de los muertos. El equivalente en Griego en El Nuevo Testamento es
"Hades". (En la mayoría de los casos, la Versión del Rey
Santiago traduce ambos términos como “infierno”) Pero la enseñanza definitiva
concerniente al destino de aquellos que rechazan a Cristo como Señor y Salvador
se encuentran en las propias Palabras del Señor en Lucas capitulo dieciséis:
[19] “Había un
hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete
con esplendidez. [20] Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba
echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, [21] y ansiaba saciarse de las
migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las
llagas. [22] Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al
seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. [23] Y en el
Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro en su seno. [24] Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia
de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque
mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. [25] Pero Abraham le dijo:
Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males;
pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. [26] Además de todo esto,
una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que
quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. [27]
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
[28] porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no
vengan ellos también a este lugar de tormento. [29] Y Abraham le dijo: A Moisés
y a los profetas tienen; óiganlos. [30] Él entonces dijo: No, padre Abraham;
pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. [31] Mas
Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán
aunque alguno se levantare de los muertos.” Lucas 16:19-31 (RV 1960 énfasis
mío).
En el versículo 23 vemos que el hombre rico
fue al “infierno” (Hades) --el lugar de los muertos. Y el contexto del verso
sitúa a Lázaro muy cercano en la misma vecindad, porque ellos se podían ver.
Sin embargo, sus circunstancias en ese instante eran completamente diferentes.
El no nombrado hombre rico esta en “tormentos” (plural) y “en esta llama” (Vs.
24), mientras que de Lázaro se dice que estaba “en el seno de Abraham” y
consolado (Vs. 25). Entre estos dos evidentes lugares distintos estaba un “gran
abismo” o sima, que prohibía el paso a cualquiera que quisiera pasarse de un
lado a otro. Y debido a esta enseñanza, varios teólogos han teorizado que
durante la era del Antiguo Testamento (antes del sacrificio expiatorio de
Cristo en la Cruz), este lugar de los muertos estaba comprendido de dos
“lugares” un lugar de tormento y otro un Paraíso, el hogar de los redimidos.
Recuerde que el Señor le dijo al ladrón en la cruz, “hoy estarás conmigo en el
paraíso.” (Lucas 23:43) Luego cuando El Señor fue resucitado, El “llevó cautiva
la cautividad, Y dio dones a los hombres.” (Efesios 4:8), llevando a muchos a
creer que El vació el Paraíso donde se encontraban los creyentes elegidos para
así trasladarlos al Cielo – La morada de Dios. Pero en cualquier caso, debe
estar bien claro lo que El Señor ha dicho que todos los que mueren van a ir a
uno de dos lugares distintos – “Cielo o Infierno” términos que han sido ya descritos.
Sin embargo, cuando decimos que un redimido esta “muerto” estamos
usando una palabra inadecuada, nos damos cuenta de esto por lo que el Señor
tuvo que decirles a los Saduceos en el siguiente pasaje:
[18] “Entonces
vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le
preguntaron, diciendo: [19] Maestro, Moisés nos escribió que si el hermano de
alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case
con ella, y levante descendencia a su hermano. [20] Hubo siete hermanos; el
primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. [21] Y el segundo se casó
con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma
manera. [22] Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos
murió también la mujer. [23] En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de
cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? [24]
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las
Escrituras, y el poder de Dios? [25] Porque cuando resuciten de los muertos, ni
se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en
los cielos. [26] Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en
el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? [27] Dios no es Dios de
muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.” Marcos
12:18-27 (RV 1960, énfasis mío)
Los
Saduceos negaban cualquier posibilidad de una resurrección literal de los
muertos y estaban tratando de tenderle una trampa al Señor utilizando una tonta
situación “que pasaría si...” que implicaba lo que se llamaba "matrimonio
leviratico"-- bajo la Ley Mosaica que requería de un hermano no casado
casarse con la viuda de su hermano para que así perpetuarse la línea familiar. Así que
después que 7 hermanos se casaron con la misma mujer, ellos querían saber de
cual de ellos seria la esposa en la resurrección.
¡El Señor arruinó su día, indicando que la resurrección cambia todo! Los
Santos en cuerpos glorificados no permanecerán con las mismas distinciones
humanas y su estado (masculino, femenino, casado, soltero, etc.) de su vida
anterior. Pero la frase que he subrayado arriba inmediatamente capta nuestra
atención por sus ¡tremendas implicaciones! El Señor refutó la creencia de los
Saduceos de que no había resurrección de los muertos, lo hizo citando a Exodo
3:6 en informándoles que cuando Dios le habló a Moisés desde la salsa ardiendo,
El dijo “Yo Soy” El Dios de
Abraham, Isaac y Jacob--
¡¡¡ no “Yo era” su Dios!!! En otras
palabras, sus almas/espiritus estaban todavía en existencia y viviendo en la
presencia de Dios. Vemos también esto demostrado en Mateo 17:3 cuando Moisés y
Elías aparecieron en el monte de la transfiguración con el Señor y tuvieron una
conversación con El mientras Pedro, Jacobo, y Juan los miraban maravillados.
Sus cuerpos mortales tenían mucho tiempo en la tumba, pero ellos tenían la
habilidad de materializarse en forma corporal.
En
el Libro de Segunda de Corintios, el Apóstol Pablo hace algunos comentarios que
nos dan una luz adicional en la transición entre esta vida y la por venir:
[1] “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo,
se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna,
en los cielos. [2] Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de
aquella nuestra habitación celestial; [3] pues así seremos hallados vestidos, y
no desnudos. [4] Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos
con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que
lo mortal sea absorbido por la vida. [5] Mas el que nos hizo para esto mismo es
Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. [6] Así que vivimos confiados
siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes
del Señor [7] (porque por fe andamos, no por vista); [8] pero confiamos, y
más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” 2
Corintios 5:1-8 (RV 1960, énfasis mío).
Al
referirse a nuestro cuerpo como “tabernáculo”, o morada terrestre, Pablo hace
notar claramente que los creyentes tienen un “edificio, una casa no hecha de
manos, esperando por nosotros en los cielos. Pero mientras estamos todavía aquí
en nuestros cuerpos mortales, tenemos el Espíritu Santo dentro de nosotros como
la garantía de Dios, o las “arras” (2
Corintios 1:22 y 5:5) de que Su promesa de darnos cuerpos eternos va a
cumplirse. Luego en el verso 8 Pablo expresa su deseo de estar “ausente del
cuerpo, y presente al Señor”. El era un hombre viejo en aquel momento,
extremadamente fatigado de sus deberes como apóstol, y expresaba
nostálgicamente su deseo de partir de su tabernáculo -- su cuerpo mortal--para
así finalmente poder estar presente al Señor en su “cuerpo celestial” (vs. 2).
Pero parece que de otros comentarios que Pablo hace en el Libro de Primera de
Corintios (Capitulo 15) que el cuerpo glorificado, o celestial, no será una
realidad completa para los creyentes hasta el “sonido de la ultima trompeta”
(vs.52) --el Rapto de la Iglesia. Así que, muchos teólogos creen que el
alma/espíritu de los creyentes que se marchan existen con Dios en alguna clase
de estado inmediato hasta que el rapto los reúna con cuerpos glorificados
resucitados.
Pero
debe estar bien claro que la “muerte” para el creyente es solamente un cambio
instantáneo de dirección mientras nos movemos de un reino a otro que es de una
infinita gran importancia, y duración.
Bajo circunstancias normales (el Rapto es la excepción) el cuerpo es dejado
solo como una casa vacía después que los ocupantes se han mudado. Pero Gloria a
Dios, un día muy pronto El viene por Su Iglesia y todos los que han dejado su
casa atrás lo recibirán a El de nuevo-- ¡pero en una versión completamente
nueva y perfecta! Los creyentes que estarán vivos para ese momento solo van a
cambiar de dirección y van a recibir cuerpos glorificados en el proceso.
Así
que los comentarios del Señor con respecto al hombre rico y a Lázaro, conectado
con la enseñanza del Apóstol Pablo, vamos a creer que la muerte es solo la
separación de este cuerpo del alma/espíritu. Una transición instantánea ocurre
en la que nuestra esencia inmortal pasa de esta realidad presente de ser un
prisionero del tiempo al reino de la eternidad cada uno con su propio destino
determinada por la mente infinita de Dios mismo. Esta verdad la encontramos
expresada en lo siguiente:
[5] “Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios, [6] el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: [7] vida eterna a los que, perseverando en bien
hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, [8] pero ira y enojo a los que son
contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; [9]
tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío
primeramente y también el griego.” Romanos 2:5-9 (RV 1960 énfasis mío).
¿Hacia cual destino se dirige usted?
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha
sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle
inmediatamente perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará
su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un
caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha
comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar
Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad
de su hogar. Una vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo,
y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá
descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación .
Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a
las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el
Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Dios le bendiga.
Regresar a página
principal de la Espada del Espíritu