TITULO: LA PAZ DE DIOS PARA LOS TIEMPOS MALOS
Subtítulo: Los Cristianos deberían demostrar “La Paz que sobrepasa todo
entendimiento” (Filipenses 4:7) ante un mundo que rápidamente se desintegra frente
al caos.
El tipo de paz del que hablamos no es aquella que
cesa ante las hostilidades o aquella que se produce en ausencia de violencia,
sino más bien una actitud calmada que en medio de la tormenta sobresale más que
el pensamiento de los demás. Algunos lo atribuyen a la valentía, pero realmente
es de origen sobrenatural que fluye por la Gracia de Dios –no por voluntad
humana. Esto es lo que el Apóstol Pablo se refería cuando escribió lo
siguiente:
“Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4; 7)
Al leer sobre los mártires Cristianos del pasado,
encontramos que muchos, si no la mayoría de ellos, demostraron actitudes y
acciones que dejaron totalmente confundidos a sus torturadores que les
conducían a la muerte. En lugar de mostrar
terror y súplica por misericordia a sus verdugos, estas personas oraban por sus
ejecutores y recibían su muerte con dignidad – ¡muchos, recibían su muerte, con
adoración a Dios en sus labios! ¿Valentía? Tal vez parcialmente en algunos
casos, pero la Gracia de Dios le proveyó la suficiente valentía a cada uno de
ellos.
En el aposento alto, horas antes de su crucifixión,
el Señor hizo los siguientes comentarios a sus discípulos porque El sabía lo
que les esperaba más adelante:
No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a
mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4Y sabéis a dónde
voy, y sabéis el camino… 15Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros.18No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19Todavía un
poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo,
vosotros también viviréis. 20En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en
mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21El que tiene mis mandamientos,
y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y
yo le amaré, y me manifestaré a él…26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho. 27La paz os dejo, mi paz
os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni
tenga miedo. Juan 14:1-4; 15-21;
26-27,
El miedo es una emoción humana y viene como
resultado de nuestra naturaleza caída y depravada. Decimos que es “natural”
experimentarlo porque es común para toda la raza humana, pero en 2 Timoteo 1:7
el apóstol Pablo dijo a los cristianos:
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio” RV 1960
Si alguien tenía una razón humana para temer, ¡ese
era Pablo! Su reputación como Fariseo que había “desechado” la religión de sus antepasados
siempre parecía precederle doquiera que iba. Muchos judíos fanáticos tramaron
matarlo debido a este defecto percibido, mientras que otros seguían furiosos
por su nueva doctrina. Y como resultado de su continua fricción, sufrió muchas
cosas por medio a ellos. (2 Corintios 11:24-25). Sin embargo, él continuó
caminando en fe y exhibió su indiferencia estoica de “lo que pudo pasar”.
Tenemos muchas razones para pensar que las actuales
oposiciones en Iraq están escalando hasta el punto de convertirse en la III
Guerra Mundial y como resultado nuestra nación probablemente experimentará
ataques terroristas en una escala peor de las que están ocurriendo en estos
momentos en Israel. Esto se debe en gran medida al enorme apoyo que los Estados
Unidos ofrecen a esta nación, ya que persiguen el objetivo sionista de
establecer su capital en una Jerusalén indivisa. Mezclar este programa político
con miles de años de odio a los judíos y la entera caldera a punto de
ebullición del mundo Musulmán está a punto de voltearse. El gran número de bajas
civiles obliga a producir la toma de Bagdad y Basora produciendo la amenaza del
Yihad, o Guerra Santa, una realidad. Estamos convencidos de que todo esto ha
sido cuidadosamente orquestado para crear condiciones que garanticen producir
un cierto grado de caos mundial indetenible por plena casualidad. Los mercados
de valores son, obviamente, preparados para fallar y la confianza del cliente
encuentra en todo tiempo por debajo. Así
que, parece que todos los elementos están en su lugar y que todo contribuye a
una gran catástrofe a punto de estallar. ¿Podría ser que este estallido
obedezca a una gran pérdida de tropas americanas y británicas por armas de
destrucción desatadas por uno como, Saddam Hussein? Una persona que no tiene ningún
problema en utilizar el suicidio como un arma silente capaz de destruirles así
mismos con el fin de causar a favor de sus enemigos. Oramos para que esto no
suceda, pero ignorar las posibilidades de que pueda suceder no es sabio.
¿Miedo? Sí, estas son algunas de las muchas razones
por las que algunos tienen noches de insomnio y escriben en sus manos mientras
caminan, pero la paz interna es la marca del cristiano genuino. Sabemos,
sin duda alguna, que nuestro Dios es Soberano con relación al hombre y nada se
escapa de su atención. “¿No se venden
dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin
vuestro Padre.” (Mateo 10:29). Y debido a este maravilloso
hecho, El les dice a sus Hijos:
“Así que, no temáis; más valéis vosotros que
muchos pajarillos.” (RV 1960)
Así que todo se resume en la Fe que tiene un niño.
¿Recuerda que cuando era pequeño, su Mamá y su Papá tenían cuidado de usted?
Cada nuevo día era una aventura, el hecho de que el temor se manifestara en su
tranquilo mundo era raro, ya que sus padres estaban a cargo de todas las cosas.
El rebaño de ovejas, por ejemplo, – animales que por naturaleza son nerviosos –
aprenden a confiar en su pastor y viven vidas llenas de contentamiento porque El
vigila sobre ellas. Por lo que, no es accidente que el Señor use tantas
ilustraciones con relación a las ovejas mientras le enseñaba a sus discípulos a
caminar en Fe.
Nuestro Dios está en total control de nuestras
situaciones y El, como nuestro Pastor Celestial, cuida de nosotros. El Salmo 23
archiva los pensamientos de David mientras el contemplaba su verdad eternal:
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados
pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi
alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida, Y en la casa de Jehová moraré
por largos días.”
Note que cuando caminamos por el “Valle de sombra de muerte”, el
miedo no es una opción porque Dios está con nosotros en cada paso del camino.
La muerte es una sombra de la cual los creyentes se preocupan y las sombras no
tienen el poder para herir. Cuando nuestra existencia en este mundo termine,
ocurrirá en el preciso momento en que Dios lo ordene y nosotros meramente nos
moveremos de una esfera de la realidad a otra infinitamente mejor. Tenga en
mente lo que el Señor le dijo a Marta luego de la muerte de su hermano Lázaro:
“[25]Le dijo Jesús: Yo
soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
[26] Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees
esto?”
Creo que dos profundas pero separadas verdades son
encontradas en estas palabras del Señor. Primero en el verso 25 él le está
revelando a Marta la doctrina de la resurrección y milagrosamente la demostró
levantando de la muerte a su hermano Lázaro. Pero la segunda verdad es aquella
que he resaltado – ¡su afirmación de que los verdaderos creyentes nunca
morirán! ¿Cómo podrá ser esto, cuando los creyentes expiran al igual que todo
el mundo y sus cuerpos son puestos en la tumba para convertirse en polvo de
donde fueron tomados? Todo depende de lo que queremos decir con la palabra
“Muerte”. Para un no creyente el morir es continuar el ciclo eterno de la
muerte, porque ellos nacieron espiritualmente muertos y nunca han experimentado
un renacer espiritual. Cuando sus cuerpos dejan de funcionar y caen, la misma
esencia de su ser – su alma – continua en su estado ininterrumpido de muerte,
al castigo eterno. Pero Dios concede a cada Cristiano la vida eterna, y por
ello la “muerte” es solo un ¡término mal aplicado! Cuando sus cuerpos cesan de
vivir, su alma regenerada en Cristo Jesús instantáneamente entra en su propia
presencia. (2 Corintios 5:8). Así que, cuando consideramos la “muerte” desde
esta perspectiva, no es para temer y el concepto crece gradualmente en algo
reconfortante mientas los años van pasando por nuestras vidas.
¿Experimentará el pueblo de Dios persecución, dolor
y tal vez la “muerte” en un futuro cercano? Es nuestra triste conclusión de que
la respuesta es “si”, ya que todos los indicios parecen apuntar a que la
partida de la iglesia de esta tierra en medio de un “espejismo” de condiciones
que existen después de su nacimiento en pentecostés. La religión es
desenfrenada, pero la verdad del reino de Jesucristo rápidamente se considera
intolerante por el mundo que nos rodea. La apostasía Ecuménica de la iglesia de
“talla única” del anticristo está creciendo a pasos agigantados y la doctrina
de la biblia está siendo sacrificada a favor de la unidad. Aquellos que se
atrevan a desviar la doctrina están siendo marginados del sistema y la historia
muestra que cuando esto suceda, inevitablemente, la persecución le sigue. Sin embargo, nuestro mensaje no es de “Pesimismo y
Fatalidad”, sino de “Levantad vuestras cabezas porque vuestras redención esta
cerca” Lucas
28:21b
Dejamos con ustedes la misma exhortación dada por el
apóstol Pablo a los creyentes de Tesalónicas. (1 Tesalonicenses 4:13-18)
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:16-18
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