TITULO:
Subtítulo: "Pero si se os deja
sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois
bastardos, y no hijos."(Hebreos
12:8, RV).
Desafortunadamente, siempre ha habido una clase
de individuos --"un sacerdocio"—dentro de la cristiandad que mantiene
control sobre sus seguidores a través del uso habilidoso del miedo. Esta
jerarquía no bíblica llegó por vía del Catolicismo Romano, pero a través del
tiempo este legado de falsa enseñanza ha encontrado el camino hacia el pensar
de un sinnúmero de protestantes. Cultos "cristianos" son formados
constantemente por hombres impíos quienes hacen del espectro de perder la
salvación una herramienta primaria para manipular a la gente para beneficio
personal. Ellos insisten en que los seguidores deben hacer según se les indique
y adherirse a las doctrinas expuestas por el liderazgo ¡o arriesgan ser
rechazados por Cristo! Esta enseñanza es obvia en varios cultos, pero es triste
decir, en más formas sutiles es encontrado en muchas denominaciones
establecidas desde hace mucho tiempo.
Los predicadores son humanos y por lo tanto
propensos a lo que podríamos llamar “pragmatismo piadoso” en lo que concierne a
este tema. La mayoría desea que sus rebaños caminen en obediencia a Cristo y
que no se desvíen del camino estrecho, por lo que cualquier cosa de una
naturaleza psicológica que se presta a si misma a promover esa adherencia
estricta es difícil de resistir. Muchos son los ministros quienes han caído
presa inconsciente de la teología creativa en el intento de proteger ovejas de
si mismas a través del miedo. Y la posibilidad de perder la salvación siempre
está de primero en la lista.
Nuestro temor hacia el Señor es algo muy
saludable cuando es visto en su contexto apropiado. Como hijos del Rey, lo
mejor es que le temamos y caminemos en obediencia con Sus mandamientos --¡o sufriremos
las consecuencias! ¿Pero cuales
son exactamente estas consecuencias? ¿Involucran ellos aún remotamente
la posibilidad de nosotros perder nuestra condición de hijos y vida eternal en
Cristo? ¡¡¡ABSOLUTAMENTE NO!!! ¡El
mismo sentido común debería dictarnos que un padre amante nunca rechazaría a su
hijo y consignarlo a la muerte por cualquier razón! Sin embargo ese mismo padre
va a disciplinarlo severamente cuando sea necesario. Así que
miremos los versículos de Hebreos 12 que nos llevaron a nuestro subtítulo inicial:
"6Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a
todo el que recibe por hijo. 7Si soportáis la disciplina, Dios os
trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
8Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos." (Hebreos 12:6-8, RV).
Obviamente hay una
tremenda diferencia entre la disciplina y la condenación. Y en ningún lugar
"Sean vuestras costumbres
sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; " (Hebreos 13:5 [RV], énfasis mío).
Entonces está el pasaje en Romanos 8 donde el
apóstol Pablo habla sobre este mismo tema. En versículos 28 al 30, el establece
el hecho de que Dios mismo ha elegido a aquellos a quienes El salvará. Entonces,
basado en su elección anterior, en los versículos 31 al 28 Pablo explora cada
argumento posible en la cual esta salvación podría posiblemente fallar:
"31¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32El
que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33¿Quién acusará a
los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¡Aquellos quienes temen perder la salvación
claramente no ven la dinámica de la justificación de Dios! Ese acto judicial de
Dios declara al individuo como sin culpa—no
meramente perdonado. Justificación (Romanos 8:30) es una declaración
de absolución total --no un perdón. Por lo tanto, cuando Dios declara justo
ante sus ojos a un pecador y le imputa la justicia de Cristo a su favor, ese
individuo nunca será colocado en doble riesgo. (Y para aquellos que
podrían no entender el concepto de “doble riesgo” –es un concepto judicial de
que una vez un individuo es acusado de un crimen penado con muerte, es juzgado
y absuelto, nunca podrá ser llevado a juicio otra vez por ese crimen en particular
–aún si su culpabilidad es establecida luego). Pero en justificar al
impío, Dios ignora el hecho de nuestra culpa innegable y a través de Su
maravillosa gracia ¡nos declara libres de todos los cargos! Este es el punto
tremendo que Pablo está haciendo en el versículo 33— ¿Y el mismo Dios Quien nos
declaró justos para empezar –sabiendo completamente bien que somos culpables
de todos los cargos – se va a volver y condenarnos en algún momento más
adelante? ¡¡¡¡CIERTAMENTE NO!!!!
Y continuando con el
versículo 34:
"[34] ¿Quién es el que condenará? Cristo
es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. [35] ¿Quién nos
separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada? [36] Como está escrito: Por causa de ti somos
muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
¿Va nuestro Señor y
Salvador Jesucristo a detener Su ministerio intercesor a la diestra de Dios y
acusarnos de más culpa? ¿Habrá alguna cosa posible que nos separe del
amor inefable que nos compró en primer lugar? Muchos poseen un miedo
comprensible de negar a Cristo durante la persecución o tortura, pero como
Pablo trata de decirnos –fuimos escogidos específicamente para (potencialmente)
experimentar tales cosas y aún así nuestra salvación ¡nunca está en riesgo! ¡La
verdadera cristiandad está completamente apartada de todas las “religiones” en
las que al pueblo de Dios le es garantizado nada más que un tiempo duro en este
mundo! (2
Tim.3:12).
"37Antes, en
todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles,
ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni
lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romans 8:31-39, RV, énfasis mío).
Pablo menciona toda
posibilidad que se le puede ocurrir –tanto en el reino terrenal como el
sobrenatural—y concluye que ninguno de ellos puede causar pérdida de salvación
para uno de los elegidos de Dios.
Luego en 2 Corintios,
Pablo declara en dos versículos separados otro principio bien sólido:
"21Y el
que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22el
cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones." 2 Corintios 1:21-22 (RV, énfasis mío).
"Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien
nos ha dado las arras del Espíritu. " 2 Corintios 5:5
(RV, énfasis mío).
El verbo griego
traducido como "sellado" es, de acuerdo con
La palabra traducida "arras" en la #728
de Strong arrhabon, ar-hrab-ohn'; de orígen hebreo [Hebreo 6162
(`arabown)]; una garantía, por ejemplo: parte del dinero o propiedad en una
compra dado por adelantado como seguridad para el resto:- arras.
Por lo tanto,
cuando uno se convierte en un hijo de Dios a través del Nuevo nacimiento—es
renacido espiritualmente—el Espíritu Santo toma residencia dentro de ese
individuo y lo posee literalmente como una señal del propósito de Dios
de salvar.
Note que dije que el
propósito de Dios es salvar.
"1Pedro,
apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia,
Capadocia, Asia y Bitinia, 2elegidos según la presciencia de Dios Padre en
santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de
Jesucristo: Gracia
y paz os sean multiplicadas. 3Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por
la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para
vosotros, 5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe,
para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero. 1 Pedro 1:1-5 (RV, énfasis mío).
Y para comprender
plenamente lo que será preservado, o guardado, no podemos perdernos el poder
inherente en los términos “sellados” y “arras” las cuales citamos
arriba en los textos de 2 Corintios. Cuando alguien decide comprar una casa
nueva o propiedad, para asegurar que ellos son sinceros y no están “relajando”,
el corredor de bienes raíces exigirá que cierto porcentaje del costo total sea
pagado por adelantado como "dinero de garantía" y se firma un documento
legal declarando la intención de compra. Este procedimiento legal que ya por
un milenio ha obligado a un comprador a comprar y el dinero para garantía lo pierden
si decide salirse del acuerdo. Y es con este entendimiento de la
transacción legal firmemente en mente que debemos ver lo que Dios ha hecho (y
está haciendo) por aquellos que pertenecen a El. Pablo nos dice dos veces
en 2 Corintios que cuando Dios salva a un individuo, El da al Espíritu Santo a
ese individuo como las “arras” –de Su propósito de ¡salvar finalmente y por
siempre! Más la presencia literal del Espíritu Santo dentro del individuo es la
“firma” de Dios—Su sello--"en la línea de abajo." Pagar la garantía
es legalmente incondicional y siempre ha sido respetada como tal por
prácticamente toda sociedad en la tierra. El echarse atrás en el trato
cancela la garantía. Dígame entonces,
¿cómo es que Dios va a cancelar al Espíritu Santo si El decide “desalvar” y
“desnacer” uno de los Suyos? ¡El creer que alguien puede perder su salvación a
la luz de estas verdades es completamente ridículo!
Finalmente, note que en
el versículo 5 de 1 Pedro capítulo uno (citado arriba) donde dice que los
elegidos de Dios son guardados, o preservados, por el poder de Dios a través
de su fe. La mayoría de aquellos que enseñan que uno puede perder su
salvación basan esa creencia en la posibilidad de una pérdida de fe por el
creyente individual ¿Pero es siquiera posible esa pérdida de fe? Lo sería si su
origen fuera puramente humano--¡pero definitivamente ese no es el caso! Las
Escrituras enseñan claramente que el salvar (y conservar) la fe es suplido por
Dios mismo. Y si usted duda que este sea el caso, por favor considere lo
siguiente:
"Así que la fe es por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios." Romanos 10:17 (RV, énfasis mío).
"Digo, pues, por la
gracia que me es dada, a cada cual que
está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe
tener, sino que piense de sí con cordura, conforme
a la medida de fe que Dios repartió a cada uno."Romanos 12:3 (RV, énfasis mío).
La fe no es innata—no nacimos con ella—y no solo
se origina en Dios, ¡cada creyente no recibe la misma cantidad! Y por eso es
que algunos de los siervos de Dios son capaces de “mover montañas”, mientras la
mayoría está limitada por su grado particular de fe que se les suplió. Es por
eso que los apóstoles les pidieron a Cristo que les aumentase la fe en Lucas
17:5—a la luz del contexto, ellos sabían que su fe no estaba dando la talla de
perdonar aquellos que los maltrataran. Por lo que para nosotros perder nuestra
fe significaría que Dios tendría que retirarla. Y de acuerdo a los dos “yo
no(s) de Hebreos 13:5, citado anteriormente, eso no pasará. Por lo que
si usted sabe que ha sido salvado y siente la presencia del Espíritu Santo
dentro de usted, ¡¡¡¡esté confiado de esa eterna salvación y alabe al Señor por
Su maravillosa gracia!!!!
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su
Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él,
usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará
instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces,
necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo
como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que
se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede
hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a el cómo Salvador,
usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera
allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo
tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación.
Esperamos que haya sido bendecido por este
ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan
ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.