TITULO: BAUTISMO

Subtítulo: La Declaración Externa De Una Transformación Interna.

La primera cosa que deberíamos hacer es definir la palabra “bautizar”. Es una transliteración de la palabra griega "baptizo", que significa sumergir, o inmersión en agua. Supuestamente los traductores de la Versión King James de la Biblia estaban perplejos de como llevarían este término al inglés. Como el rey era la cabeza de la Iglesia Anglicana, la cual practicaba la aspersión como el rito bautismal, el traducir la palabra literalmente al inglés hubiese necesitado la connotación de inmersión. Eso, según va la historia, pudo haber avergonzado al rey ¡y uno no avergüenza al rey! Ya sea que esto sea completamente verídico o no, yo no sé, ¿pero porqué otra razón lo traducirían literalmente en vez de darle una palabra equivalente en inglés?

Pero, sea como sea, el bautizar es el sumergir en agua y fue practicado en varias formas por los judíos antes del tiempo de Cristo. Cuando Juan el Bautista vino al escenario, el predicó el mensaje, "¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!" entonces el les urgió a aquellos que si se arrepintieron a que se sometieran al bautismo y por lo tanto lo utilizaran como un ritual público de identificación. Fue durante el ministerio de Juan que Jesucristo vino a el y le solicitó bautismo ¡La reacción inicial de Juan fue de sobresalto! ¿Por qué requería bautismo el Mesías—mucho menos de las manos de uno de Sus siervos? "Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia." (Mateo 3:15, Reina Valera).

Las razones específicas de porqué el Hijo de Dios, sin pecado, consideró necesario ser bautizado no nos son dadas en las Escrituras. Y por muchos años comentaristas han luchado con esta pregunta, pero solo nos han ofrecido sus varias teorías. La mejor explicación parece ser la que dice que el Señor hizo esto como una “obra de justicia” al principio de Su ministerio, para identificarse a sí mismo con ese ministerio. El estaba presentándose a sí mismo a Israel como su tan esperado Mesías—Aquel de quien había estado hablando Juan el Bautista y animándoles a las personas a que se arrepintieran de sus pecados como un prerrequisito para Su venida. Cuando la iglesia vino a fundarse en el día de Pentecostés, el bautismo entonces fue usado para identificar públicamente al individuo salvo con Cristo. También sirvió como el rito de admisión a la iglesia. Desde la predicación del apóstol Pedro en Hechos, capítulo dos, es aparente que la necesidad para bautismo fue inculcada inmediatamente sobre aquellos que eran salvos. Por la utilización inmediata del bautismo, aparentaría que, en algún tiempo anterior, el Señor les había enseñado a los apóstoles que habría de ser hecho.

Como otros temas encontrados en la Biblia, el bautismo ha sido una fuente de controversia y división entre creyentes. En Hechos 2:37-38, leemos lo siguiente:

“37Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo."(Biblia RV).

Aquí se nos enseña el resultado de un evangelio siendo predicado en Pentecostés. Muchos de aquellos que oyeron el mensaje fueron convictos y aguijoneados por el Espíritu Santo. Ellos sabían que ellos eran culpables e inmediatamente buscaron respuestas sobre que deberían de hacer sobre ello. En respuesta a sus preguntas, se les dijo que se arrepintieran y se bautizaran. La inmediatez del mandamiento del bautismo y las palabras del versículo 38 fue ampliamente responsable de la doctrina de la “regeneración bautismal” siendo adoptada y enseñada por la Iglesia Católica Romana. Esta doctrina insiste que el bautismo es necesario y una parte integral de la salvación. Su interpretación de las palabras del versículo 38, donde dice ‘…y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…", es que el bautismo realmente asegura el perdón de y la liberación de los pecados. Por lo tanto el bautismo ha de ser administrado tan pronto sea posible después de que uno profesa fe en Cristo—porque si la muerte ocurre antes del bautismo, todavía estarán en sus pecados. Mientras esta interpretación ciertamente es posible debido a la construcción de la oración, no se conforma a la teología sistemática en la que otra parte de las Escrituras prueba que es inválida. Y como usualmente es el caso, otra interpretación de este versículo particular es posible (y preferida). Por ejemplo, si yo digo, "El hombre fue arrestado por delito de incendiar" ¿Fue el arrestado para recibir el delito de incendiar? ¡Pero claro que no! el fue arrestado por el crimen de incendiar. Esta simple ilustración sirve para demostrar que la palabra “para” en Hechos 2:38 no significa necesariamente “para recibir”. También puede significar “por causa de”—y en este caso, muy seguramente es así. Somos ordenados a someternos al bautismo como un acto de identificación con Cristo porque hemos recibido perdón y liberación de nuestros pecados. También la preposición "eis", usada por "para" el versículo 38 es una preposición indefinida de referencia y está abierta para más de una interpretación. Si el Espíritu Santo hubiese tenido la intención de que el significado fuera "para recibir", la palabra griega "hina" posiblemente hubiera sido más apropiada.

Solo necesitamos ir a Hechos capítulo 10 para probar sin duda alguna que el bautismo en definitivamente subsiguiente a, y no necesariamente por, salvación. La escena ante nosotros es esa de Pedro predicándole al hogar del centurión Romano, Cornelio. En los versículos 44-48 leemos:

"44Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 47Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días." (Biblia RV).

Mientras Pedro todavía estaba predicando, el Espíritu Santo descendió sobre aquellos que creyeron y la evidencia de su conversión fue "el don de lenguas " (hablando idiomas extranjeros que nunca habían aprendido) y alabando y magnificando a Dios. Note la palabra "entonces", la que denota acción secuencial. Luego Pedro preguntó si había alguna objeción para bautizar a estas personas que ya habían recibido el Espíritu Santo, exactamente en la misma manera que ellos lo habían recibido a El. La salvación y la recepción del Espíritu Santo son virtualmente sinónimas y cualquier intento de explicar la relevancia de este evento tratando de separarlas sería impensable. Luego debería estar claro para todos que el bautismo es un acto de rectitud por un pecador salvado buscando ser obediente al Señor y no tiene absolutamente nada que ver con la salvación misma. Más aún, si hubiesen algunos requisitos o “actos” necesarios para completar la salvación, ellos tendrían que ser clasificados como obras por parte del individuo— ¡y la Biblia condena las obras humanas (como un medio de salvación) de cabo a rabo! Tito 3:5 habla de esto diciendo:

"Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, " (Biblia RV)

Encontramos otro pasaje muy interesante de la Escritura en Gálatas 3:8:

"Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones."(Biblia RV).

El mensaje del evangelio (buenas nuevas) era, de hecho, predicado a través de las Escrituras a Abraham antes que Israel siquiera fuese llamado como una nación. "Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia."(Romanos 4:3, RV). El mensaje del evangelio trajo salvación a Abraham (y a todos los elegidos del Antiguo Testamento) y ciertamente no había bautismo entonces. El “bautismo” de ellos era el símbolo de la circunsición—una señal física "única" de separarse para Dios. El bautismo en agua durante la “era de la iglesia”, es una señal espiritual “única” de separarse para Dios. La circuncisión no jugó un papel en la salvación de los santos del Antiguo Testamento y el bautismo no juega un papel en nuestra salvación.

Lo principal que tenemos que entender sobre el bautismo es que sirve para identificarnos públicamente con Cristo. Desafortunadamente, mucho del significado profundo de este ritual de identificación es perdido en nosotros hoy porque vivimos (por lo menos por el tiempo actual) en una sociedad tolerante—una que le pone muy poca atención a estos detalles. No obstante, en tiempos Bíblicos, ¡esta respuesta al mensaje del evangelio y el creer en Cristo era en muchos aspectos una experiencia traumática! El seguir a Cristo en las aguas del bautismo era el anunciar públicamente su fe en El y entre la comunidad judía ortodoxa ¡esto significaba destierro y pérdida completa de lazos familiares! Todos aquellos quienes se atrevieran a profesar a Cristo como Mesías y Salvador, se declaraban como muertos y completamente desheredados. A los miembros de una familia se les prohibía cualquier contacto con el individuo y esto significaba a menudo una existencia marcada de pobreza para el cristiano. Sabiendo que estas cosas ciertamente podían pasar, el bautismo era un paso a tomar muy serio. Es realmente lamentable que no tenga la misma relevancia para nuestra cultura de hoy. Si lo tuviese, ¡me sentiría muy seguro diciendo que tuviésemos muchos menos "Cristianos a la luz del sol"!

¿Es usted un individuo salvo? ¿Sabe usted sin duda alguna que usted ha “pasado de muerte a vida”—ha renacido espiritualmente y es un hijo de Dios? Si usted puede dar un “sí” a estas preguntas, déjeme hacerle otra ¿Ha sido usted bautizado bíblicamente? Después de ser salvado, ¿ha seguido al Señor en el bautismo del creyente siendo inmerso en agua, públicamente, en la presencia de testigos que se identifican con El? Muchas denominaciones practican el rociar como una forma de bautismo, pero el rociar hace un pobre trabajo de dibujar la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo. La inmersión total en agua—como un cuadro de Su muerte y sepultura, y el ascender del agua—como un cuadro de Su resurrección, creemos y enseñamos, es el método bíblico correcto.

Si por casualidad usted es salvo y nunca ha hecho esto, le urgimos a hacerlo en obediencia a su Salvador. El ha ordenado que lo hagamos, y el no hacerlo es pecaminoso y trae vergüenza y reproche a Cristo. El derramó voluntariamente Su sangre preciosa abiertamente por nosotros, ¿porqué habríamos de ser renuentes a identificarnos públicamente con El?

Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.

 

Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a el cómo Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.

 

Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo,  vaya ahora a nuestra Página de Salvación.

 

Esperamos que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del Anticristo-en sus  noticias diarias.

 

Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a 

Dios le bendiga.

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