En el capítulo quinto de Mateo, en
el Sermón del Monte, hallamos al Señor Jesucristo dándonos los principios y
preceptos que rigen Su Reino. En los versículos
"Vosotros sois la sal de la
tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para
nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad
asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos" (Reina Valera, Antigua Versión. Revisión
1960)
Aquí nos dice que como hijos del
Reino debemos ser “sal” y “luz” – Ambas representan características que están
supuestas a ejercer una profunda influencia en aquellos no salvos. La sal, por supuesto, es un preservativo y en
aquellos días, antes de la invención del refrigerador, era usada para evitar
que la carne y el pescado se dañaran. Espiritualmente hablando, representan lo que
podríamos llamar la “estática” o la vida normal diaria del Cristiano
lleno del Espíritu — aquella que los demás sienten o perciben a través de
nuestra interacción con ellos. El
término “estático” significa que no se mueve y
A continuación vemos que la analogía
de la luz, representa el "dinámico" o extrovertido aspecto de
nuestras vidas — aquel que se "mueve" y trabaja y es visto por los
otros. ¿Nos enseñaron a que "dejemos
nuestra luz brillar", para que los hombres puedan ver nuestras buenas
obras y se jacten de nosotros? ¿Ayudan
estas obras de alguna manera a obtener la salvación? No, nuestras buenas obras —
aquellas hechas en el poder del Espíritu Santo — están supuestas a darle honor
y gloria a Jesucristo. Pero nuestro
maravilloso y amable Dios nos recompensa por nuestra fidelidad, tanto en esta
vida como en la futura. En la vida llena
del Espíritu, tanto la sal como la luz, obran juntas a través de los Cristianos para el mejoramiento de la sociedad. Por favor, observe que me refiero a los Cristianos llenos del Espíritu que poseen estas
características. El Espíritu Santo
ejerce Su influencia sobre aquellos alrededor nuestro, cuando nos rendimos y
somos obedientes a Su dirección. La
razón por la cual el Señor se refiere a la sal como perdiendo su “sabor” o
“insípida” — e inservible — es para hacernos ver la posibilidad de que
lleguemos a desobedecer y “contristar” (1 Tesalonicenses.5:19) al Espíritu
Santo. Todos nosotros necesitamos entender que hay
una enorme diferencia entre ser nacido del Espíritu y ser lleno del Espíritu. El Espíritu Santo viene a morar en nosotros
cuando renacemos espiritualmente — en el mismo momento de la salvación, pero
para ser llenos del Espíritu, debemos morir a nosotros mismos. Nuestra carne pecaminosa (el yo) es algo abominable
para Dios y es condenado a través de
Pretender que El nos llene y nos
use cuando seguimos activamente tras nuestra propia agenda, es totalmente
irreal.
Dios obra Su soberana voluntad a
través de la vida de Su pueblo. Su
Espíritu Santo prosigue a dar un control moral — una influencia "preservativa
y preventiva" — sobre el hombre por medio de Su presencia dentro de Sus
santos. La magnitud de esa influencia
inhibidora, ha sido y sigue siendo, de acuerdo al grado de santidad práctica
observada por Su pueblo. Parece que la sociedad
siempre ha sufrido más por los estragos del pecado, cuando el pueblo de Dios
necesita un avivamiento. Tal es el caso
en esta hora.
He notado durante los últimos años,
que las librerías Cristianas han sido inundadas con numerosos libros nuevos con
un matiz político. El tema común parece ser una urgente súplica para que
“alguien haga algo” concerniente a nuestra nación. Cada uno de estos libros, exactamente enfatiza,
de una forma u otra, que “nosotros, la gente” estamos en un rápido peligro de
perder nuestras preciosas libertades — derechos que lograrlos y protegerlos,
les costo la vida a muchos otros. Cuando
leemos los pensamientos de esos autores y los hechos claros de la situación, cada
fibra espiritual y patriótica de nuestro ser, quiere estar de acuerdo con
ellos. Los predicadores a través del
país, han estado estimulando a la gente a “involucrarse” y miles han respondido
al llamado organizándose en comités de acción política, trabajando a través del teléfono por varias
causas conservativas y un montón de actividades relacionadas. Otros han estado tan indignados por el
asesinato de nonatos, que están haciendo manifestaciones protestando contra
médicos y clínicas de aborto. Se han
recogido y gastado millones y millones de dólares — se han emitido millones de
votos — profesionales políticos han ido y venido y sin embargo, el deterioro se
acelera rápidamente. Completamente
frustrados, muchos de aquellos que han estado sonando las alarmas, están
haciendo afirmaciones como estas: "Muchos Cristianos rinden culto a su
indiferencia" y "El silencio no es oro, es simple cobardía." A
pesar de que entiendo su frustración y agonía, al ver desesperanzados como algo
precioso se escapa, discrepo completamente con sus conclusiones sobre la
naturaleza básica del problema. Esos
autores y políticos quienes se llaman así mismos “Cristianos patrióticos” universalmente
ven la falta de participación de los Cristianos prácticamente, como rendirse a
las fuerzas del mal. Su argumento es que nuestro gobierno se está volviendo más
restrictivo y menos tolerante de los valores Cristianos
— nuestra llamada "herencia Cristiana". Por consiguiente, los Cristianos
deben organizarse y tomar de nuevo el liderazgo de nuestro país para salvarlo
de las manos de los hombres malos.
Cuando el Cristiano
promedio es confrontado con esta clase de lógica, la mayoría reacciona automáticamente
y toman la actitud de "ellos no nos pueden hacer eso". Mi respuesta es, "¿por qué no?" Se ha hecho desde los albores de la
civilización y sin duda continuará. ¿Por qué pensar que somos
diferentes? Mira esa pobre gente de
Kosovo — hace sólo unos días, estaban felices y contentos y la vida continuaba
como lo había hecho por siglos. De
repente, son violentamente privados de todo lo que apreciaban y obligados a
dejarlo. ¿Considera usted que su falta
de compromiso político tuvo algo que ver con esto? Sea realista.
La iniquidad en los lugares altos es responsable de la condición de
ellos, así como la iniquidad es la raíz de sus problemas. Aquellos que citan la frase frecuentemente
repetida de, "Todo lo que se necesita para que abunde la tiranía, es que
los hombres buenos no hagan nada" no entienden las implicaciones de la
palabra "bueno".
"Como está escrito; no hay
justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No
hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno" (Reina Valera).
Otro factor que constantemente se
está pasando por alto, está expresado en el Libro de Proverbios:
"Como los repartimientos de
las aguas, así está el corazón de rey en las mano de Jehová; a todo lo que
quiere lo inclina" (Proverbios 21:1, RV).
Dios está en control de la situación
y no ha sido dejada a nuestro criterio. Sin
embargo, estamos enfrentando esta difícil situación porque colectivamente hemos
fallado en manifestar apropiadamente las características esenciales de nuestra
fe en Cristo. Tal vez le sorprenda saber
que en ninguna parte, el Nuevo Testamento nos ordena manipular las actitudes y
acciones del mundo a nuestro alrededor. No,
nuestro único deber es actuar como “sal y luz”, exponiendo a la gente a la
influencia del Espíritu Santo mientras nos ocupamos en nuestra vida
diaria. El fallecido Dr. J. Vernon McGee, anfitrión por
muchos años de los programas radiales “A través de
Otra declaración que el Señor hizo
durante el Sermón del Monte, la encontramos en el capítulo 5 versículo 39:
"Pero yo os digo: No resistáis
al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra" (Reina Valera).
¿Por qué le diría el Señor a sus “soldados”
que no pelearán? ¿No sabe El que estamos
en una batalla y las batallas implican pelear?
Ahá, finalmente encontramos la respuesta a nuestro problema — ¡estamos
peleando una batalla espiritual y no física! Nuestra carne — nuestra naturaleza humana —
que no es erradicada cuando somos salvos, reacciona a lo que vemos pasar a
nuestro alrededor. El deterioro de
nuestra libertad y herencia Cristiana es desgarrador, pero los únicos culpables
somos nosotros. Lentamente, pero sin
lugar a dudas, hemos fallado en ser la sal y luz que deberíamos haber sido, y
tratar de corregir el problema por medios políticos y sociales es una tarea
inútil. Sólo Dios puede resolver
problemas espirituales e históricamente, El ha usado avivamientos entre Su
pueblo para evitar que reincidan. Lo que
debemos hacer, es orar para que el cielo envié un
avivamiento del Espíritu Santo. Si Dios
no ve que sea adecuado enviárnoslo, y así proveer el poder espiritual necesario
para corregir el derrumbamiento de nuestra nación, los Estados Unidos de América,
están condenados.
En el capítulo seis de Efesios,
Pablo nos explica los detalles de la guerra. Empezando
en el versículo 11, el dice:
"Vestíos de toda la armadura
de Dios — la armadura de un soldado fuertemente armado, la cual Dios provee —
para que podáis estar firme contra [todas] las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra carne y sangre
— peleando únicamente con oponentes físicos — sino contra los principados,
contra las potestades, contra [los espíritus principales quienes son] los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes (sobrenaturales). Por lo tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo (de peligro), y habiendo acabado todo
(lo que la crisis demande), estar firmes" (Reina Valera)
De esto deberíamos aprender, que sin
lugar a dudas, en nuestra lucha están involucradas fuerzas sobrenaturales. El verdadero enemigo no son esas personas que
no están de acuerdo con nosotros y son hostiles hacía nuestras creencias — su
amo, Satanás y sus demonios, tienen esa distinción. Si aún pones en duda esto, mira conmigo
Efesios 2:1 y 2.
"Y El os dio vida a vosotros,
cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. En los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo — estaban bajo la influencia de la
predisposición del mundo actual — conforme al príncipe de la potestad del
aire. (Eras obediente a él y estabas
bajo su control), el [demonio] espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia — los indiferentes, rebeldes e incrédulos que están contra los
propósitos de Dios" (Reina Valera).
El "príncipe de la potestad
del aire" se refiere, por supuesto a Satanás — "el espíritu del
demonio" — que constantemente opera en los "hijos de desobediencia"
— las masas de gente no salva del mundo.
Así que, la próxima vez que te
enojes por “la forma como están las cosas”, trata de recordar que tú tienes
cero posibilidades de corregir el problema tratando de interactuar con gente
que está espiritualmente muerta. Ellos
no sólo son totalmente incapaces de entender “de donde vienes tu”, sino que seamos realistas — ¡son una
abrumadora mayoría! Ignorar estos duros
hechos Escriturarles, es darte golpes de cabeza contra la pared. Tal vez ganes una batalla aquí, otra allá,
pero, eventualmente perderás la guerra. Un ejemplo de ello, tiene que ver con la
decimoctava enmienda de
El apóstol Pablo nos dice que las "armas
de nuestra milicia no son carnales…" (2 Cor.10:4[a], R.V.). Si usted conoce a Jesucristo como su Señor y Salvador personal, tiene las
armas más grandes del mundo a su disposición. ¿Sabes cuales son?
Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha
sido muy tibio en su caminar espiritual con El, usted necesita pedirle
inmediatamente perdón y renovación. El lo perdonará instantáneamente, y llenará
su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un
caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.
Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha
comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar
Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad
de su hogar. Una vez lo acepte a El como Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo,
y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá
descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.
Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo, vaya ahora a nuestra Página de Salvación .
Esperamos
que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las
personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del
Anticristo-en sus noticias diarias.
Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a
Dios le bendiga.
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